Eficiencia energética y ahorro global

Tras las altas temperaturas del verano - las más elevadas hasta la fecha desde que hay registros - nos enfrentamos a la posible escasez de gas durante el invierno por el embargo de Rusia. Aunque algunos países se verán más afectados que otros, lo cierto es que todos los territorios de la Unión Europea pueden vivir momentos difíciles. Además de funcionar de manera más cohesionada que nunca, la Agencia Internacional de Energía (AIE) ha señalado la importancia de mejorar la eficiencia energética a medio plazo para poder reaccionar a la crisis energética y climática. Esta mejora podría permitir un ahorro global en 2030 equivalente a la demanda anual de China.

Bueno para la economía y para el medio ambiente

La conferencia global de la IEA celebrada en julio en Søndeborg (Dinamarca) reunió a los líderes mundiales de energía y clima de países de todo el mundo con el objetivo de impulsar planes de acción de urgencia en esta materia para, por una parte, reducir el gasto y las importancias de combustible y, por otro, las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global. “Estoy especialmente preocupado por los mercados de gas natural en Europa este invierno. Si el invierno es duro y largo podremos ver momentos difíciles”, aseguró Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE.

Así, duplicar la mejora anual de la intensidad energética (consumo de energía con respecto al PIB) hasta el 4% podría conseguir un ahorro de 95 exajulios a finales de esta década. Este ahorro tendría consecuencias directas sobre las emisiones: podrían llegar a reducirse 5.000 toneladas anuales de CO2 para 2030, lo que supone aproximadamente un tercio del compromiso de emisiones 0 para mitad de siglo.

Impacto en los hogares

La actual crisis energética requiere de medidas eficaces y de implementación rápida que ayuden a reducir el uso de energía y, por tanto, aliviar la presión sobre los consumidores y la dependencia de las importaciones de combustible. Para la AIE es esencial conseguir que los suministros de energía sean más asequibles, seguros y sostenibles también de cara a paliar las consecuencias en el ámbito doméstico y a generar empleo.

Según señala su último informe, el ahorro en los hogares conseguido por una mejora en la eficiencia energética rondaría los 607.000 millones de euros al año en facturas de electricidad y ayudaría a crear diez millones de puestos de trabajo adicionales en lo relativo a acondicionamiento de edificios, producción industrial o infraestructura de transportes.