
Medioambiente
El “Atlas Mundial de la Sequía” alerta sobre la desertificación del planeta
La publicación describe la naturaleza sistémica de los riesgos de la sequía en el mundo y llama a tomar medidas urgentes

En un momento en que sequías sin precedentes se están convirtiendo en una nueva normalidad, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) y el Centro Común de Investigación (CCI) de la Comisión Europea han presentado la publicación más completa hasta la fecha sobre la sequía en el mundo como una llamada de atención urgente.
A través de docenas de mapas, infografías y estudios de casos, el atlas muestra cómo los riesgos de sequía están interconectados entre sectores como la energía, la agricultura, el transporte fluvial y el comercio internacional. También explica cómo y por qué las sequías tienden a desencadenar efectos dominó, alimentando las desigualdades y los conflictos y amenazando la salud pública.
El Atlas subraya la necesidad tanto de planes nacionales contra la sequía como de cooperación internacional para mantener a flote las comunidades, las economías y los ecosistemas ante fenómenos cada vez más severos. Además, ofrece orientaciones para la gestión proactiva y prospectiva de la sequía y para la adaptación en todos los niveles de gobernanza y en sectores económicos y sistemas clave.
Repercusiones de las sequías
Las sequías han aumentado un 29% desde el año 2000 debido al cambio climático y a la gestión insostenible de la tierra y los recursos hídricos. La publicación explica cómo el empeoramiento de los riesgos de sequía está relacionado con las actividades humanas y profundiza en los impactos de la sequía en cinco áreas clave: suministro de agua, agricultura, energía hidroeléctrica, navegación interior y ecosistemas.
El texto también remarca que las sequías pueden ayudar a desencadenar otros peligros como los incendios forestales y las olas de calor, o pueden ir seguidas de inundaciones o deslizamientos de tierra.
El Atlas describe medidas y vías concretas para gestionar, reducir y adaptarse a los riesgos sistémicos de sequía; subraya los beneficios colaterales de estas acciones para diferentes sectores; y muestra las mejores prácticas de diferentes regiones.
Las medidas destacadas en la publicación se dividen en tres categorías: gobernanza (sistemas de alerta temprana, microseguros para pequeños agricultores, sistemas de tarificación del uso del agua); gestión del uso del suelo (restauración de tierras y agrosilvicultura); y gestión del suministro y uso del agua (reutilización de aguas residuales, gestión de la recarga y conservación de aguas subterráneas).
El trabajo, que aporta distintas soluciones, concluye con datos que instan a todos los ámbitos institucionales, empresariales y sociales a actuar de forma urgente porque “la sequía afectará a tres de cada cuatro personas en 2050″.
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