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El futuro monetario de Argentina

Planeta Tierra

Ramón Tamames
Ramón Tamames Catedrático de Estructura Económica / Cátedra Jean MonnetCristina BejaranoLa Razón

En el artículo de la semana pasada en «Planeta Tierra», se produjo un lapsus calami, y en vez de «El futuro monetario de Argentina (I)» se imprimió el «futuro monasterio». Al lector sorprendido por lo monacal de la errata le presentamos nuestras más sentidas disculpas.

En ese artículo nos referimos a que, si Argentina se dolariza, debe hacerlo con mayor precisión y hasta grandeza que en tiempos pasados, de modo que en el Sistema de la Reserva Federal (SRF) de los EE.UU. debería abrir una extensión para un Banco Federal de Buenos Aires; en analogía a lo que ya sucede en EE.UU. con sus doce bancos regionales, entre ellos el Federal de Nueva York, como agente de toda el SRF.

En la alternativa de que Argentina prefiera eurizarse, es decir, optar por el euro en vez del dólar –lo cual depende de los intereses de la república sudamericana y de las conveniencias de la Unión Monetaria Europea (UME), discusión en la que no vamos a entrar ahora–, tendría que crearse el Banco Central de Argentina (BCA), como nuevo socio de la UME.

Naturalmente, el Banco Central Europeo (BCE) pasaría a ser el órgano supremo de la circulación del euro en la República del Plata, con un dispositivo especial en el BCE, de seguimiento de la UME para su nuevo socio.

Ya sé que todo lo anterior resulta un tanto académico, pero de una discusión académica puede salir a veces la verdadera luz. En vez de improvisaciones que lleven a trastornos como los que hubo en el pasado, y que se recuerdan con el triste nombre de «corralito».