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Planeta Tierra

Siempre China

Planeta Tierra

Ramón Tamames
Ramón Tamames Catedrático de Estructura Económica / Cátedra Jean MonnetCristina BejaranoLa Razón

Felipe II, que promovió directamente el dominio español sobre las ya entonces llamadas Islas Filipinas, tuvo entre los grandes objetivos de su vida establecer una relación especial con el emperador de China. El monarca buscó a un posible embajador para enviarlo a Pekín, en la persona de Juan González de Mendoza, obispo en la Nueva España. Quien en la espera de su largo viaje, escribió sobre el Celeste Imperio un libro de título «Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran reino de China» (1585). Una obra que tuvo extraordinaria difusión, con multitud de traducciones, de las que se nutrieron prácticamente todos los intelectos del momento en Europa.

Hoy seguimos estudiando China con viajes y libros e informes muy recientes, como el de Henry Kissinger «On China», o los planteamientos de Graham Allison, Martin Jacques, e incluso algunas publicaciones del propio autor de esta columna, que habló sobre el tema en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas -«China/ EE.UU.: guerra final o paz perpetua»–, el 6 de junio pasado. También tuve en cuenta para esta columna de hoy el informe preparado por el Dr. Christian Careaga tras su larga visita reciente a la República Popular.

El escenario chino actual podría resumirse muy rápidamente: crecimiento más lento del PIB al debilitarse la demanda mundial y no cuajar aún el modelo de mayor consumo de los 1.425 millones de chinos; casi trágica evolución demográfica del país, ya superado por India en población absoluta, sin fuerza laboral suficiente para mantener los altos ritmos de expansión del pasado; el personalismo de Xi Jinping, que está dando muestras de autocracia, mostrando su preferencia por las empresas públicas sobre las privadas, el predominio del Partido Comunista, etc. Son hechos que pesan en contra de otro propósito todavía no alcanzado de superar a EE.UU.

Habrá que volver sobre China y sus colaterales en próximas columnas.