Firma invitada

El coche del futuro rediseñará nuestras ciudades

Durante la próxima década, la convergencia de vehículos eléctricos, autónomos y bajo demanda transformará las ciudades una vez más

Fundador de Vamos, Mario Carranza.VAMOS27/10/2020
Fundador de Vamos, Mario Carranza.VAMOS27/10/2020Servicio Ilustrado (Automático)VAMOS

El diseño de las ciudades en las que hoy vivimos estuvo marcado por dos grandes acontecimientos que tuvieron lugar durante el siglo XX: el motor de combustión interna y la electricidad generada de forma centralizada.

Durante la próxima década, la convergencia de vehículos eléctricos, autónomos y bajo demanda, transformará las ciudades una vez más. Un informe realizado por el economista Tony Seba, de la universidad de Stanford estima que para 2030, el 90% de los kilómetros recorridos por clientes particulares serán atendidos por automóviles propiedad de empresas de tecnología que brindarán a sus clientes el “coche como servicio”. Operarán tal como lo hacen hoy las plataformas de transporte compartido, con la diferencia de que no habrá conductor y los coches serán en su gran mayoría eléctricos. El coste de estos servicios será hasta 10 veces más barato que comprar y tener un coche en propiedad, lo que significará que la propiedad del automóvil y la era del motor de combustión llegarán a su fin.

El transporte se volverá tan barato que muchos comercios pagarán para transportar clientes potenciales a sus tiendas en lugar de esperar que los compradores acudan a sus establecimientos. Las tiendas físicas tendrán la competencia no solo del comercio electrónico, sino también de una nueva generación de negocios hasta ahora desconocidos: las tiendas móviles que llevarán sus bienes y servicios a los clientes.

Adicionalmente hoy en día el coche pasa aparcado un 96% del tiempo, pero la llegada del vehículos eléctrico autónomo reducirá considerablemente el número de vehículos aparcados en nuestras calles. Como consecuencia de ello, el espacio de aparcamiento liberará hasta un tercio de superficie terrestre en las grandes ciudades, ofreciéndonos una oportunidad única en la vida de remodelar el paisaje urbano. Debemos planificar las ciudades en las que queremos convertirnos en 10 años y no las que somos hoy. Con una planificación adecuada, podemos aprovechar el enorme potencial de una revolución en la energía y el transporte de forma que cree riqueza, salud y estabilidad para la sociedad.