Nació un 17 de abril de 1964 y dio origen a una nueva categoría de automóviles, el ‘pony car’, que trasladó su éxito desde Estados Unidos a diferentes lugares del mundo con su estética musculosa, largo capó delantero, una zaga muy corta y potentes motores de gasolina que lo impulsaban a altas velocidades. A lo largo de seis generaciones ha sufrido numerosas evoluciones, pero hoy, al cumplir los 55 años, se encuentra en su mejor momento de forma.

Por cuarto año consecutivo, el Ford Mustang se ha convertido en el deportivo más vendido del mundo. En 2018 se comercializaron un total de 113.066 unidades en los 146 países en que se comercializa, y también fue el más vendido de su categoría en Estados Unidos, donde alcanzó las 75.843 matriculaciones, mientras que en Europa la cifra de ventas ascendía a 74.842 unidades, un 27% de crecimiento respecto al año anterior.

“Rompimos el molde cuando Ford lanzó el Mustang hace 55 años”, ha dicho Jim Farley, presidente de Ford para mercados globales. “Nada es comparable a la sensación de libertad y de felicidad al conducir con el viento acariciando tu pelo como Mustang: es un icono. No hay nada mejor que el rugido de su motor V8 un día de primavera. No sorprende que sea el deportivo más popular del mundo”.

La línea actual de modelos deportivos de Ford se compone del radical GT Coupé con su motor V6 de 655 CV y el Mustang en sus versiones Fastback y Convertible, desde 41.250 euros con el motor Ecoboost 2.3 de 290 CV y desde 49.250 euros con el motor V6 5.0 de 450 CV. También se puede adquirir la edición especial Mustang Bullit con carrocería Fastback y motor GT 5.0 de 460 CV, una versión que recuerda el mítico modelo aparecido en la película de 1968 conducido por Steve McQueen.