El nuevo Ypsilon, fabricado en España, marca el renacimiento de Lancia

Pocas marcas tienen un pasado tan glorioso como la firma que creara en Turín Vicenzo Lancia en noviembre de 1906. Sus modelos icónicos de lujo se mezclan con los deportivos que dominaron durante décadas el panorama del mundial de rallyes. Tras unos años casi sin actividad, vuelve al mercado con una reedición de su conocido Ypsilon, pero que ahora tiene nuevas dimensiones y tecnologías de última generación y que, además, se fabrica en la factoría que el grupo Stellantis tiene en Figueruelas, cerca de Zaragoza. Un modelo que presenta motorizaciones eléctricas e híbrida recargable.

Lancia siempre ha sido una referencia para los amantes de los coches de calidad y el nuevo Ypsilon quiere integrarse precisamente en este mercado de los automóviles de categoría premium. Un sector donde el grupo Stellantis ya compite con otras marcas de alto novel, como Alfa Romeo, DS o Maserati. En este segmento tan exclusivo, Lancia pretende representar el 15% de las ventas del grupo y se fija una producción del orden de cincuenta mil ejemplares anuales, según el director general de la marca, Luca Napolitano. Un objetivo que asegura una buena carga de trabajo para la factoría española que, en palabras de Napolitano, está cumpliendo a la perfección los compromisos de calidad de fabricación exigidos en esta nueva etapa.

El Ypsilon comienza en estas semanas su comercialización en Italia y España será el segundo país en el que se venderá antes de la expansión por el resto de los grandes mercados europeos. Para ello, contará con una decena de concesionarios de los que ya están vinculados con Alfa Romeo. Para garantizar su éxito cuenta con varias bazas a favor cómo son un diseño verdaderamente acertado, mecánicas de vanguardia y un precio competitivo. La tarifa final no se ha fijado aún para nuestro país, pero en Italia se venderá desde 21.000 euros en adelante, según la versión elegida. Aunque es cierto que allí existen unas ayudas a la compra que no están establecidas en España.

Siguiendo las últimas tendencias, el nuevos Ypsilon ha aumentado de tamaño y ahora es una berlina de cinco puertas, con unas dimensiones de 4,08 metros de largo por 1,76 de ancho y 1,44 de alto. Un coche pensado para ciudad, pero con un buen maletero de 352 litros y hasta cinco plazas, por lo que puede ser, además de un buen coche urbano, un cómodo automóvil para poder hacer viajes de kilometraje medio. El frontal es diferente y acertado y la parte posterior es especialmente bonita, con elementos, como los faros redondos, que nos recuerdan mucho al Stratos, uno de los grandes deportivos triunfadores de la marca. El interior es de lo más original que hemos visto y combina la novedad con la amplitud y la buena terminación. Los asientos son muy confortables, los materiales están especialmente bien cuidados como corresponde a su categoría premium, dispone de hasta 25 litros de espacio para guardar objetos y unas originales bandejas redondas que le dan un toque personal.

Sentados ante el volante encontramos dos grandes pantallas de más de diez pulgadas que nos proporcionan toda la información del coche y sus conexiones. Como en todos los coches de última generación, el equipamiento es muy completo, con todos los sistemas habituales que se mandan por reconocimiento de voz e incluso se incluye el ChatGPT. En cuanto a las ayudas a la conducción, cuenta con la totalidad de los sistemas al uso, como frenada de emergencia, cambio de carril, reconocimiento de señales, ángulo muerto, control de crucero, ayudas de aparcamiento, cámaras de visión exterior, etc…

Por lo que respecta a la mecánica, este Ypsilon utiliza la misma plataforma CMP con la que el grupo Stellantis fabrica otros modelos como el Corsa de Opel, el 600 de Fiat o el 208 de Peugeot. Y sobre ella, monta dos mecánicas diferentes: una eléctrica (BEV) de 156 caballos de potencia y unos cuatrocientos kilómetros de autonomía y un híbrido recargable (MHEV) que rinde un centenar de caballos. El primero se estima que representará hasta la quinta parte de las ventas totales y ofrece unas prestaciones de 160 por hora y aceleración de 0 a 100 en 8,2 segundos. El híbrido llega hasta los 190 por hora y tarda un segundo más en su aceleración. Pero en ambos casos, las impresiones durante la primera toma de contacto en carreteras del norte de Italia han sido muy positivas. El comportamiento es mucho mejor de lo que podría pensarse con este novel de potencias y la estabilidad y manejabilidad en tramos de montaña es asombrosa. Una buena base para proyectos deportivos, ya que la marca anuncia la vuelta al campo de los rallyes basándose en la futura versión HF, que estará alimentada por un motor tricilíndrico de 1,2 litros turboalimentado, tracción delantera y caja de cinco marchas y que llegará a los 212 caballos.

Además, contamos con diferentes modos de conducción para, si queremos, aumentar el efecto de retención que lleva a cabo el freno motor, pero de forma pausada, sin violencias. En la versión eléctrica, el fabricante anuncia un tiempo de media hora para recargar su batería hasta el 80%. Desde su lanzamiento se comercializará en tres versiones diferentes, siendo la más evolucionado la denominada Cassina, cuya factura en este caso se eleva hasta cerca de los cuarenta mil euros. A pesar de que los coches eléctricos tienen poca cuota de mercado aún tanto en España como en Italia, los responsables de Lancia creen que sus ventas estarán muy por encima de la media del sector. Los puros eléctricos representarán alrededor del 20% de las matriculaciones. Ello se debe a que esperan conquistar a clientes de otras marcas premium que se sentirán atraídos por el prestigio de Lancia, su bonito diseño y sus precios competitivos.