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Una semana y 1.200 kilómetros con el BYD Atto 2: por qué es una opción tan interesante
Se trata de un coche urbano cien por cien eléctrico muy bien equipado y con mucho espacio interior. Se puede conseguir por menos de 20.000 euros

Pasan los meses y los coches de origen chino empiezan a resultar ya familiares en ciudades y carreteras del país. Ocurrió hace más de dos décadas con los coreanos de Hyundai y Kia y hoy nadie duda de su capacidad y calidad. De hecho, estas dos marcas acumulan cientos de galardones, tienen productos muy “premium” y, sobre todo, disfrutan de la confianza de los compradores españoles. Con las marcas chinas empieza a ocurrir algo parecido (se lo están ganando a pulso) porque sus mecánicas son buenas, sus acabados están muy bien hechos y aportan un plus de tecnología a un precio ciertamente accesible.

La compañía que más rápido y mejor está haciendo la cosas en España probablemente sea BYD, cuyo nombre ya está en la cabeza de muchos conductores y es ya una marca muy reconocible. El modelo que probamos hoy es una de sus apuestas urbanas, el Atto2, un coche que tiene una longitud de 4,31 metros cuya amplitud interior sorprende a todos los que se suben en este vehículo. Además, a esto ayuda la sensación de espacio que proporciona el techo panorámico, que ocupa toda la superficie y se oscurece de forma automática cuando dan de lleno los rayos de sol. Los coches eléctricos, por lo general, ofrecen espacios interiores con mayores dimensiones que los de combustión por aquello de incorporar menos componentes, pero en el caso del Attos2 es algo que deja una buenísima impresión.

Caben perfectamente cinco personas y en el caso de los asientos delanteros son especialmente cómodos, al menos en la variante de mayor precio. Este pequeño SUV tiene dos pantallas, una de pequeño tamaño para el cuadro de instrumentos que tiene fácil lectura y ofrece los detalles suficientes de forma clara y otra central que puede tener dos dimensiones, 10,1 y 12,8 pulgadas. Funciona muy bien, tiene gran resolución y como es habitual, puede tener disposición vertical u horizontal, aunque si usamos Apple Car Play sólo lo hace en esta última posición.

El motor eléctrico rinde una potencia de 177 cv, que es una cifra importante para ser un coche eminentemente urbano. Tiene una batería de 45 kWh que carga a una potencia máxima de 65 kW en corriente continua (cargadores de gran velocidad) o a 11 kW en alterna más doméstica. Es una capacidad algo justa para lo que se está viendo ya en el mercado y que limita su uso básicamente a la ciudad y a trayectos cortos por autovías. Porque su consumo tampoco es que sea bajo. Aun así, optamos por hacer un viaje de 800 kilómetros para probarlo y el coche se comporta de forma suave, es cómodo para los pasajeros y al volante es agradable.

La suspensión, de primeras, resulta blanda, cómoda, pero cuando las cosas se complican quizá no está tan ajustada como debería. Para realizar un trayecto de 400 kilómetros tuvimos que parar a cargar dos veces, unos 40 minutos, y empleamos cinco horas. No es el coche eléctrico idóneo para hacer carretera, pero poder se puede. El maletero tiene una capacidad de 400 litros, que, aunque parezcan pocos, resultan muy aprovechables por sus formas cuadradas y la altura que puede alcanzar.

En marcha el coche tiene cuatro modos de conducción, ECO, Normal, Sport y Snowfield y dos modos de frenada regenerativa que hay que activar desde la propia pantalla, cosa que tampoco resulta muy útil cuando otros rivales apuestan por las levas tras el volante que son más directas. El coche frena muy bien, pero es cierto que los primeros kilómetros requieren cierta adaptación al pedal y al modo en el que retiene. Pero nada más.
El BYD es un coche urbano muy agradable de conducir en ciudad y carretera, ágil, resuelto, cómodo y con un consumo moderado, pero tirando a alto. Todo lo hace de forma más que correcta y lo hace a un precio muy muy competitivo, por debajo de sus rivales. La versión de acceso está disponible desde 28.780 euros que con el Plan Moves y el descuento de la marca puede quedarse en apenas 20.000, que es una cifra muy buena para un coche de estas características. En el caso de la variante más equipada, el precio se va a 30.780, que, por la diferencia que existe, merece la pena optar por ella por todo lo que equipa.
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