Opinión
Nubarrones para el olivar
Los precios en origen del aceite de oliva han experimentado importantes recortes desde principios de año. Tras los registrados la semana pasada, la cotización de la categoría de lampantes se ha situado por debajo de los 3.000 euros por tonelada, algo que no sucedía desde mediados de 2016. Las caídas también han afectado a las otras dos categorías, los vírgenes y los vírgenes extras, situándose los incluidos en esta última entre 3.300 y 3.500 euros por tonelada.
En la Lonja de Extremadura, los descensos en la sesión de la semana pasada oscilaron entre 100 y 175 euros por tonelada. Según fuentes del sector, esta tendencia a la baja se debe a la confluencia de una serie de factores, entre los que también figuran las últimas lluvias, que van a permitir que los olivos se recuperen de cara a la próxima campaña. Además, en estos momentos, el mercado se encuentra muy parado y prácticamente no se cruzan ningún tipo de operaciones.
Por otro lado, la producción va a superar finalmente los 1,2 millones de toneladas, un poco más de la prevista inicialmente. Mientras tanto, las salidas de este producto durante el primer cuatrimestre de la campaña actual (de octubre de 2017 a enero de 2018), incluyendo consumo interno y exportaciones, han caído un 10 por ciento en relación con las cifras de la anterior. En resumidas cuentas, una situación de mercado claramente bajista.
En el horizonte se adivinan, además, otros nubarrones: las medidas proteccionistas de Trump, que han afectado hasta ahora a las exportaciones de algunas variedades de aceitunas negras españolas, podrían extenderse a otros productos agrícolas que se benefician de ayudas directas de la Política Agrícola Común (PAC), como son la aceituna de almazara y, por lo tanto, el aceite de oliva. Solo falta que algunos productores de Estado Unidos planteen ante su Administración una denuncia. Nubarrones en el horizonte.
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