Esa gente

Lo que peor llevo es la equidistancia. Casi prefiero que digan que ella se lo buscó. No soporto a la gente tibia que asegura que hay que respetar las decisiones judiciales porque, de lo contrario, es poner en duda la democracia.

Esa gente es la que pone continuamente en duda a los jueces dependiendo de lo que les cuadre, esa gente que señala a los jueces por sus tendencias políticas cuando les conviene, esa gente que ahora decide que los jueces son infalibles. Esa gente que considera que ese juez que pide la absolución de cinco hijos de perra que metieron a una cría de dieciocho años en un portal para penetrarla oral, vaginal y analmente y que hubo jolgorio y regocijo. Esa gente. Esa gente de mierda que prefiere pensar que ella es una ligerita con ganas de marcha y que no sufrió demasiado porque iba buscando guerra. Esa gente que te aconseja leer la sentencia, como si la sentencia no fuera repugnante, asquerosa en sus detalles, esa gente. Esa gente que mira a los demás por encima, con sus gafas de ver al mundo desde una cima, esa gente que piensa que todo le pasa a los demás, pero que se lo han ido ganando.

Esa gente y esos jueces. Esa gente equidistante cuando conviene que ahora defiende que nos callemos, que cerremos la boca, que si gritamos somos lo peor. Esa gente.