Luminarias iluminadas

El 16 de agosto de 1937, George Orwell, el autor de «1984», «Homenaje a Cataluña» y «Animal Farm», que militó entre los brigadistas internacionales de la guerra civil española y fue herido en el frente de Aragón, le contaba por carta a su amigo Geoffrey Gorer la situación en el bando republicano de Cataluña: «Es la imposición del fascismo con la excusa de resistir al fascismo». Quien debería releer en público estos textos, si realmente es una figura de la cultura tal como pretende hacernos creer, es Quim Torra, la persona que hoy puede ser elegida décimo presidente autonómico.

La lectura de los tuits que Torra se dejó decir entre 2012 y 2013 ha sido lo que me ha traído a la memoria las certeras palabras de George Orwell. En concreto, me ha fascinado aquel tuit en el que asegura que «el fascismo de los españoles que viven en Cataluña (sic, así, a bulto) es infinitamente patético, repulsivo». No menos perplejo deja el posterior intento de justificarse de esta lumbrera del raciocinio. Se ha quejado de que se le mencione por seis tuits de hace cinco años y no por lo que ha hecho y hará. Genial. O sea que nos quiere convencer de que lo evaluemos por algo contrafactual (lo que hará) que no existe, que aún no ha sucedido, y de lo cual lógicamente no hay pruebas ni evidencias de que vaya a ser así; y que, en cambio, ignoremos los testimonios tangibles textuales que ha dejado ya en esta vida de cómo funciona su mente y los conceptos en que se mueve su cerebro (llamando así a esa víscera suya, con gran generosidad, por ahora solo en virtud de su ubicación).

Torra es el editor de un buen puñado de libros y su interés por la generación del 14 le honra. Pero no sé si se da cuenta de que con este tipo de razonamientos ilógicos y fanáticos puede hacernos caer en la tentación de sospechar que estamos ante uno de esos casos tan contemporáneos de briboncete que se adhiere al sistema cultural sin tener toda una obra de peso tras él, solo militando en asociaciones. No se me ocurriría afirmar que ese sea el caso, pero debido a sus necias afirmaciones ahora va a verse obligado a demostrarlo sin que le regalen masters o premios.