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Opinión

Rivera saca el cartel de no «hay billetes»

Albert Rivera está en la cresta de la ola. Coloca el cartel de «no hay billetes» por donde pasa y aspira a hacerlo mañana en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, en donde presentará una nueva plataforma ciudadana «transversal que supere a los partidos», con personajes muy conocidos –y otros anónimos- para apuntalar el proyecto naranja. Rivera, mimado por la demoscopia, le diga lo que diga Arriola a Rajoy y también a la vice Sáenz de Santamaría, juega la baza de «sumar gente». Por eso, ahora, en plena Feria de San Isidro, todo lo que no sea un acto multitudinario, sería un pequeño fiasco para Ciudadanos. Nadie lo espera y Maillo en el PP y Ábalos en el PSOE contraprograman como pueden, mientras en Podemos siguen distraídos con las peripecias inmobilarias de Iglesias y Montero, que al final demuestran, ideología e incoherencias al margen, que aspiran a lo que cualquier pareja que forma una familia.

Rivera no tiene prisa. Cree que el tiempo juega a su favor y en contra de Rajoy e incluso de Sánchez. Históricos que vivieron el desplome de UCD, algo que estudió mucho Arriola para Aznar, le hablan de paralelismos. También lo piensan los más desanimados en el PP, que abundan. El líder de Ciudadanos corteja, sin tapujos, a la clientela de Aznar, confiado en que tras ella, si lo necesita, llegará el aparato del partido. Hubo quien le animó a romper la baraja, retirar su apoyo a los Presupuestos y provocar elecciones. Concluyó que era un error, porque significaba oponerse a la subida de pensiones que se ha apuntado el PNV de Urkullu y Ortúzar. Y también porque está convencido de que PP y PSOE equivocan sus estrategias y que no hay que distraer al adversario cuando se despista. Por eso, saca el cartel de «no hay billetes» y espera.

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