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El trípode

El fracaso del binomio Sánchez-Puigdemont en Cataluña

La situación convertiría en ingobernable a Cataluña. Es una prueba más del éxito de Sánchez y de Puigdemont con el sanchismo

El panorama electoral que reflejan las encuestas en Cataluña para unas eventuales elecciones autonómicas no son precisamente alentadoras ni para Sánchez ni para Puigdemont. El diario catalán La Vanguardia publicó ayer una cuyo trabajo de campo se realizó esta pasada semana comenzada el 11 de septiembre con la Diada. La inmigración ilegal y la inseguridad ciudadana -patologías muy vinculadas entre sí - tienen una destacada presencia y tanto el PSC de Salvador Illa como el partido de Puigdemont acusan un notable deterioro que en el caso de este último bajaría de 35 a 21 escaños, y le coloca casi superado por su homónima secesionista, la Aliança Catalana de Silvia Orriols que pasaría de 2 a 19 escaños. Asimismo, Vox superaría al Pp, lo que pone de manifiesto que la tendencia hacia una derecha más radical en diversos países de la UE llega con fuerza también a España. De hecho, el Tripartito -PSC, ERC, Comuns- en el que se apoya Illa no sumaría la mayoría de 68 escaños necesaria para gobernar, faltándole seis. Y que ni siquiera la alcanzaría ahora con el apoyo de la CUP. Son significativos otros datos que refleja ese trabajo y que acredita ese giro a la derecha en la sociedad catalana. Así, por ejemplo, Vox es la formación que obtiene mayoría de voto entre la población catalana de hasta 34 años. Salvador Illa es ahora el socialista de mayor confianza de Sánchez y a quien él homenajeó ayer en la tradicional fiesta de la Rosa del PSC celebrada en Gava. Pues en ese estudio demoscópico el PSC pierde seis escaños e Illa es superado en valoración nada menos que por Gabriel Rufián. No se anduvo Sánchez por las ramas al expresar en ese mitin la buena salud de su gobierno que, según él, llegará hasta el’27 e incluso asegurando que volverá a ganar en esas elecciones con un nuevo mandato, lo que plantea la incógnita de cómo no convoca elecciones ahora si tan seguro está de su éxito. Acreditó su dedicación a trabajar por resolver los principales problemas y mejorar el presente y el futuro de los españoles, criticando al ex presidente José María Aznar que dejó el gobierno hace 21 años y al que le exigió disculpas por lo sucedido con el terrible atentado del 11 M de 2004. Como vemos, ese giro a la derecha coloca a la alcaldesa de Ripoll en rival directa de quien sostiene a Sánchez en la Moncloa. Y por cierto a quien superaría en las circunscripciones de Girona y Lleida. Esta situación convertiría en ingobernable a Cataluña. Es una prueba más del éxito de Sánchez y de Puigdemont con el sanchismo.