Opinión

Perdón por preguntar

El primer acto de prensa del Gobierno socialista (incluso antes de constituirse) ha sido hablar ya de una «campaña» periodística que asegura está en marcha contra él. Me temo que esto anuncia la reactivación de la estrategia de culpar de una conjura organizada a los medios no afines, de una malvada persecución de los medios y, en fin, de repartir connotaciones como aquella de la «Brunete Mediática» para decir qué preguntas están bien y cuales, a su gusto, no. Es un efecto secundario y puramente defensivo de un fenómeno obvio: el de la «Maldita Hemeroteca».

Hombre, yo entiendo que es engorroso para cualquiera haberse aliado con los separatistas para una votación y tener que sentarse ahora a explicar las imágenes recientes en que asegurabas que ni harto vino te aliarías con ellos. Pero ¿qué esperan? ¿que no hagamos preguntas al respecto? ¿que les planteemos solo temas generales como el Mundial o el futuro del socialismo? Es que todo el mundo está preguntándose en la calle sobre la votación, porque ha sido una sorpresa. Si interrogarse sobre eso es estar en una conspiración o en una campaña organizada, pues todo el país debe andar en ella. No debemos olvidar que quién sacó la connotación de «Brunete mediática» fue precisamente un conocido político nacionalista para descalificar lo que le ponía en apuros.

Los medios han de preguntar, aunque las preguntas sean molestas. Han de hablar por boca de muchos. Si no, lo que sucede es algo tan totalitario como lo de TV3 este domingo pasado, donde se anunció la entrevista a Quim Torra nada menos que como «Entrevista Institucional». Los profesionales del periodismo se han quedado maravillados. ¡Un nuevo género periodístico! En TV3 no deben andar muy fuertes de preparación filológica, porque el eufemismo adjetivo daba a entender que la entrevista sería de las instituciones y no a ellas. O sea, que Torra interrogaría a Sanchís, el director de su tele. La cosa sonaba a bando del cacique en forma de preguntas por pasiva pilotadas por el mismo. ¿Un nuevo modo de «fake news»? No. Solo un simulacro de libertad y democracia que es, como recordaba en sus obras el poeta Gimferrer, característica externa de todo totalitarismo.