Opinión

Política al ritmo del efecto mariposa

Y entonces Carmen Montón, justo antes de dimitir, lloró. Fueron lágrimas de impotencia y desconcierto. Aceptó la inmolación para salvar a Pedro Sánchez, porque el futuro es muy largo, pero ignoraba que su caída activaba el «efecto mariposa» de la Teoría del Caos de Lorenz: «el aleteo de una mariposa en Hong Kong puede provocar un huracán en Nueva York». Albert Rivera, preterido ahora por las encuestas, vio la oportunidad y cargó más allá del reglamento –los socialistas lo acusan de filibusterismo– contra el presidente del Gobierno. Perseguìa otra pieza, Pablo Casado, el líder de un PP que empieza a remontar en los sondeos. La demoscopia precide una victoria del PSOE, seguido de cerca por los populares, mientras que Iglesias (Podemos) y Ciudadanos retroceden. «Es una tendencia de fondo», afirma un gurú demoscópico, que vaticina que ni la tesis de Sánchez ni el trabajo que no enseña Casado –si al final, como parece, no es imputado–, perjudicarán electoralmente al PSOE ni al PP. Ambos trabajos nunca pasarán a los anales académicos, pero esa es otra historia. Rivera, no obstante, no soltará la presa, lo que puede provocar que las elecciones sean antes de lo previsto por Sánchez y su estratega Iván Redondo. Pretendían estirar la legislatura, pero nunca descartaron acudir a las urnas en el momento más conveniente. La gran ventaja de Sánchez, que aprovechará, es que puede decidir el momento de las elecciones y ahora sopesa cuándo lo hace, porque en el PSOE hay quiénes piensan que el tiempo ya no juega a su favor y reclaman un adelanto. Todo empezó con la dimisión de una ministra por un asunto menor, pero Rivera, por sus propios agobios, activó el «efecto mariposa» y sus consecuencias imprevisibles., incluso para él.