La Lola se va a los puertos

No lo tomemos tan en serio, o sí. Hemos descubierto que en el Consejo de Ministros, tan moderno, domina el folclore. Que explique Guirao a los socios de Podemos si le gustan los toros o el Romance de Valentía y el olor que desprenden los ruedos. Si es que se atreve a ser mordido. Ya nos habíamos acostumbrado a Carmen, la del abanico, un encanto de persona y un galimatías político, y a todas las que se convirtieron al feminismo, de políticas a periodistas, que han encontrado su nicho de mercado, esperemos que no sea el de su muerte profesional. El ridículo al menos está asegurado.

Pero lo más cercano a un cancionero es lo de Lola, la Lola se va los puertos, la Isla se queda sola. La ministra de Justicia vive su propia copla sólo que Lola Flores era más clara. Ay pena, penita, pena. Mentir es lo habitual. Lo malo es que te pillen. El Consejo de Ministros es ya un tablao en el que el presidente del Gobierno ya no es el patriarca sino el corta y pega de un culebrón. Hay reclusos en la cárcel cuyo mayor delito es mentir. Cómo fiarse pues de la jefa. La mujer que espera el indulto, ese ardid tan taurino, la manera del Ejecutivo de coger a los bravos independentistas por los cuernos. Afeitándolos a ojos de los demás. Entre unos y otros empujan a Sánchez a convocar elecciones. Las que habría ganado si en vez de hacer propaganda hubiera aprovechado para convocarlas. El oráculo del CIS marcará la hoja de ruta.

Delgado, a lo que vamos, ha hecho el caldo gordo a la oposición. Cuando uno se mete en la cloaca ya no hay perfume que disipe el olor. Necesita mucho ambientador este ministerio. Cuanto antes acabe con la agonía mejor será el funeral. El presidente sigue fiel a su estilo. Es de agradecer. Al menos no imita los calcetines de Trudeau, que es en lo que se ha quedado el premier canadiense.

Negar la evidencia cuando tu pareja te ha pillado en un renuncio solo alarga la fecha del divorcio. La ministra intenta convencernos de que le pusieron los cuernos y que es inocente. No hay por qué dudarlo de entrada si lo explica convenientemente. No lo hizo. Todo por un «maricón» de más. ¿La vetarán en el orgullo gay como al PP? Pero este Gobierno se pierde en los detalles, en la bata de cola. De ahí que ahora le hagan una peineta.