Opinión

Astronauta y fiscal y valor político

Pedro Sánchez, siempre triunfante ante la adversidad, respaldará hasta donde pueda al ministro-astronauta, Pedro Duque, y a la ministra-fiscal, Dolores Delgado. Sin embargo, el valor político de ambos es muy diferente para el Gobierno. El presidente, desde su periplo americano, ha enviado indicaciones: el ministro de Ciencia sería prescindible, pero en ningún caso la titular de Justicia. El primero carece de valor político –su elección fue una cuestión de imagen–, mientras que la segunda sí lo tiene y su caída supondría un terremoto para el Gobierno. Pablo Iglesias, no obstante, lo sostendrá porque es lo que interesa a Podemos, aunque quizá exija cobrar la pieza del astronauta. Tampoco Quim Torra y los independentistas romperán la cuerda. Han arañado 1.700 millones de euros de una deuda histórica discutible, como apuntan en el entorno de Susana Díaz y de García Page, el presidente castellano-manchego. Y ya no es un secreto que ministros y consejeros de la Generalitat hablan de indultos y exploran vías para que los políticos presos dejen la cárcel.

Sánchez, puede errar en el cálculo, pero no convocará elecciones hasta que esté convencido de lograr una victoria amplia que le permita gobernar sin apoyos a lo «frankestein». Mientras, en el PSOE hablan de los problemas que dan los independientes llegados de la judicatura. «La mezcla siempre nos salió mal», recuerdan socialistas que no olvidan los ejemplos de Baltasar Garzón y Ventura Pérez Mariño y, de otra manera, el de Margarita Robles, a quien la situación de la fiscal-ministra han tapado su traspiés con las bombas vendidas a Arabia. El presidente quizá empieza a darse cuenta, pero ahora, Dolores Delgado, tiene todo el valor político para Sánchez, obligado a mantenerla, algo que no ocurre con Duque.