Manipulación intencionada

Opinión
El inmenso y superpoblado continente asiático es uno de los objetivos prioritarios de la diplomacia vaticana y de la acción pastoral del Papa Francisco. El sábado tuvo lugar la cordial audiencia papal al Vice Primer Ministro permanente de Vietnam Truong Hoa Binh cuyo tema central fue el probable establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Socialista de Vietnam y la Santa Sede. El jueves fue el turno del Presidente de la República de Corea Jae –in Moon ante el cual el Santo Padre insistió en su deseo de que se superen «las tensiones todavía existentes en la península coreana para abrir una nueva estación de paz y de desarrollo». El Jefe del Estado surcoreano era portador de una carta de su colega Kim Jong-un invitando a Bergoglio a visitar Corea del Norte. La invitación no ha caído en saco roto puesto que el Secretario de Estado Cardenal Parolin ha declarado que el Pontífice «ha expresado su disponibilidad para ir a Pyongyang». Si este viaje llegase a realizarse constituiría una novedad sin precedentes. Hay que añadir un nuevo indicio para confirmar el acercamiento entre la Santa Sede y la República Popular de China después del reciente acuerdo para el nombramiento de Obispos. El vicepresidente de Taiwan Chen Chien-jen renovó al Papa con ocasión de la canonización de Pablo VI la invitación a visitar la isla de Formosa .El director de la Sala de Prensa vaticana Greg Burke precisó que «tal visita del Santo Padre no está en estudio». Pekín lo habría considerado un «casus belli».
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