Opinión

El triunfo de la España sin complejos

La Moncloa marianista creó a caballo de 2013 y 2014 un monstruo llamado Podemos. Mejor dicho, no lo creó porque ya existía. Lo sacó de las alcantarillas y le regaló un papel estelar en televisiones, radios y periódicos amigos. Lo nunca visto en Europa: un partido de extrema izquierda financiado por dos dictaduras gozaba de un papel estelar en la opinión pública. Consecuencia: el PSOE se fue al garete cosechando de la mano de Sánchez los peores resultados de la historia. Don Pedro ha intentado devolverle la jugarreta al PP fomentando un partido como Vox al que tan cínica como malévolamente etiquetan como «la extrema derecha», cuando es simple y llanamente un partido de derechas con un programa liberal en lo económico. Al desahogado monclovita le ha salido el tiro por la culata porque a quien más votos ha arañado el partido de Santi Abascal no es al PP, que pierde siete escaños, sino a un PSOE que cae 14, y a Podemos, que pasa de 20 a 17. De gente que antaño otorgaba su confianza al peronismo socialista o a los podemitas pensando que ellos les resolverían los problemas más comunes como el paro o una inmigración ilegal que entra a raudales por las costas andaluzas por culpa de la frivolidad presidencial. Sin olvidar ese mensaje recentralizador que ha calado como nunca en una nación que se desangra territorialmente por culpa de un PSOE vendido a quienes quieren cargársela. O ese otro de implacable lucha contra el golpismo ejerciendo la acusación popular contra los Tejeros del siglo XXI, haciendo en definitiva los deberes que otros desdeñaron. No son Le Pen ni Alternativa para Alemania por mucho que nos quieran intoxicar. Lo de ayer es indudablemente un gran salto para Vox pero, sobre todo y por encima de todo, un estratosférico triunfo del centro y la derecha y un bofetón a las mentiras, la prepotencia y la corrupción de Sánchez y sus corifeos golpistas, etarras y comunistas. Es el triunfo de la España sin complejos; de la España que odia el buenismo y esa versión 3.0 de estalinismo que es la corrección política; de la España que curra como animales; de la España que cumple y quiere que se cumpla la ley. La victoria de Casado, Rivera y Abascal y la derrota del clientelismo, del frentepopulismo, de los jefes de los ERE y de quienes buscan obsesivamente resucitar el guerracivilismo. El sanchismo ha durado 6 meses exactos. Bye, bye, Pedro.