Opinión

El disputado voto de centro

El PSOE, Ciudadanos y el PP andan a la greña disputándose el voto de centro. No es algo nuevo, porque la cosa arranca desde comienzos de la Transición con aquel partido llamado precisamente Unión de Centro Democrático (UCD), que murió cuando sus votantes, hartos de sus luchas intestinas, se pasaron en gran parte al PSOE en octubre de 1982, dando el poder a Felipe González. Según los expertos que se dedican a analizar la cosa política y la evolución del voto, hay en España entre 3 y 4 millones de votantes de centro, que terminan siendo decisivos en los resultados, siempre en combinación con otros factores como la participación y la abstención. Son los que dan la mayoría absoluta, como sucedió en 1982 y 1986 con los socialistas, y en 2000 y 2011 con el PP, por citar tan solo algunos ejemplos. Es verdad que en los últimos años el voto se ha fraccionado, pero, por el interés que demuestran los tres partidos citados al principio, los centristas siguen siendo determinantes. Ahora bien, ¿cómo comulga el hecho de que el socialismo de Pedro Sánchez vaya a la caza y captura de los votantes de centro con haber firmado un acuerdo entre el Gobierno y Podemos, que incluye medidas que son de todo menos centristas? Por otro lado, ¿cómo van a vender PP y Ciudadanos a sus votantes más centrados un posible acuerdo con Vox en Andalucía? ¡Ay, ese voto de centro objeto de deseo, al que todos persiguen cuando se acercan las elecciones y del que todos se olvidan cuando gobiernan!