Opinión

La España del nuevo acuerdo

En la Convención que empieza a celebrarse hoy se nota el esfuerzo de puesta al día realizado por el nuevo equipo del Partido Popular. No se han esquivado los temas espinosos y se incorporan nombres capaces de proponer ideas alejadas de lo convencional o lo ultracorrecto. Se echa de menos una sesión dedicada en exclusiva a España

La cuestión nacional ha sido el detonante de todos los cambios que se han producido en poco más de un año en nuestro país. Y por eso la cuestión nacional va a ser la madre de todos los debates ideológicos a las que el Partido Popular se va a tener que enfrentar a partir de ahora.

Se dirá que un partido político no tiene que ofrecer una definición establecida y fija de la nación. Es verdad, y en el Partido Popular caben muy diversas formas de ver el país: es eso, justamente, lo que se habría podido poner en escena en la Convención. Hay más. El PP no podrá recomponer su posición, su discurso y su imagen sin ofrecer al menos un esbozo de su proyecto nacional. La demanda formulada desde el intento secesionista –la España de los balcones– requiere una respuesta meditada y alejada de los sobreentendidos y los silencios que primaban hasta ahora. No bastarán generalidades como el patriotismo constitucional, promovido hace veinte años desde FAES sin resultado. Hace falta hablar de España y hacerlo desde una perspectiva patriótica, como quieren los electores.

En el nuevo ciclo político en el que acabamos de entrar, la alianza que va a gobernar Andalucía se ha convertido ya en el pilar de todo el sistema. Y como sustento de esta alianza, y si se quiere que sobreviva, deberá haber una idea de España. Habrá que imaginar un país compartido, capaz de integrar a todos, incluso a aquellos que por el momento no quieren integrarse, como el PSOE. Una España capaz de independizarse del nacionalismo, derrotarlo y evitar su pujanza. Así que pensar España resulta imprescindible para los tres partidos políticos que defienden la Constitución y el país. También permitirá adelantarse a quien lo haya hecho antes. Cualquiera de los tres partidos de la alianza andaluza, que sustituye a la del 155, está en condiciones de hacerlo. El PP mejor que ninguno.