Opinión

17.999

Es la cifra mágica, la que cambia la vida, el bálsamo de Fierabrás. Si estás en paro, toma nota. Te presentas en las oficinas municipales con un «proyecto social» en la carpeta, te dan una subvención de 17.999 euros (hasta 18.000 no se necesita concurso público) y a correr. Hay tantas asociaciones y empresas «benefactoras» que, en Madrid, se están reformando tres pabellones enteros de la Casa de Campo (la Casa de Valencia entre ellos) para entregarles despachos y espacios para sus actividades. ¿Objetivo? Extender la revolución podemita.

Ejemplo de actuación: Pareja de jóvenes que buzonean propaganda en un barrio y preguntan a la gente si se siente sola o necesita apoyo. Con los que responden, se convoca reunión en casa de uno de ellos. Se les moviliza después para exigir un espacio donde seguir encontrándose. Y, creado el «círculo vecinal», se solicita un huerto urbano. Nace una «solidaridad» de clan. Y así se van penetrando comunidades de inquilinos, amas de casa, ancianos...

Treinta y cuatro millones de euros ha invertido de este modo el ayuntamiento de Carmena. La red clientelar ha batido plusmarcas de contratos sin concurso y adjudicaciones directas. Para hacer «mundo asambleario», para crear «tejido comprometido». Tacita a tacita. Y por toda España igual, el mismo método chavista.

Si no se saca de los ayuntamientos semejante lacra y se revierten las iniciativas, si se deja renovar los nepotismos (muchísimos de los beneficiarios son familiares o amigos de concejales y colocados) el avance de la mentalidad colectivista y asamblearia perforará como un queso gruyere los barrios.