Opinión

¡Vaya plazos!

Ya lo dice la canción, «lenta es la espera para el que espera, pero mas lenta para el que desespera». Lo anterior viene a cuento de la decisión de la Comisión Europea para denunciar a Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por el incremento de los aranceles que este país viene aplicando a ciertas variedades de aceituna negra española desde hace bastantes meses. Bien está que los de Bruselas se hayan decidido a dar este paso, tal y como se venía reclamando desde Madrid y el propio sector, aunque haya sido tarde. Ahora bien, hay que ser conscientes de que con ello no se va a solucionar el problema a corto plazo, por lo que es necesario continuar con la búsqueda de nuevos mercados. Y es que, desde el momento en el que el Ejecutivo comunitario presente la denuncia, comenzarán a contar los plazos establecidos en la normativa de la citada organización y la creación del panel correspondiente...Total, que entre unas cosas y otras, pasarán más de dos años hasta que el órgano correspondiente de la Organización Mundial de Comercio, al que por cierto la Administración Trump ha puesto en la picota, emita su sentencia, si para entonces existe todavía. Como decía el clásico, «largo me lo fiáis».

Otro tanto se puede señalar de los plazos contemplados para que se apruebe la Política Agrícola Común (PAC) del futuro y para que, luego, pueda comenzar a aplicarse en cada uno de los estados miembros. Lo de su entrada en vigor en 2021 debe descartarse y el plazo de 2023 que se maneja ahora hay que contemplarlo con muchas dudas, eso suponiendo que la futura Comisión Europea termine manteniendo las propuestas actuales.

Se puede afirmar sin temor a equivocarnos que los equipos que están al frente en estos momentos, tanto del Ministerio de Agricultura como de las consejerías de las comunidades autónomas, no continuarán en esos puestos cuando haya que decidir cómo se aplicará en España la nueva Política Agrícola Común. Hablar podrán hablar, pero las decisiones las tomarán otros.