Opinión

Nueva hornada socialista

La precandidata demócrata a la presidencia de EE UU, Elizabeth Warren, forma parte de esa hornada de nuevos políticos fuertemente escorados a la izquierda dentro de la primera potencia económica. Bernie Sanders, Alexandria Ocasio-Cortez, Kamala Harris o la propia Elizabeth Warren buscan incrementar el tamaño y la influencia del Estado hasta niveles jamás vistos en la historia de su país. Algunos incluso optan por definirse como «socialistas democráticos», obviando toda la miseria que la ideología socialista ha generado durante el siglo XX. La última ocurrencia de Warren ha sido la de cargar políticamente contra los gigantes tecnológicos de EE UU, a quienes acusa de haberse convertido en monopolios que están socavando la competencia dentro del país.

De ahí que la senadora por Massachusetts haya propuesto «trocear» a cada una de estas grandes empresas en al menos dos unidades distintas: una encargada de gestionar la infraestructura en la que se prestan servicios (por ejemplo, la plataforma web de Amazon o el buscador de Google) y otra dedicada a prestar esos servicios (por ejemplo, la tienda de Amazon que vende los productos físicos o los anuncios que coloca Google en su buscador). Asimismo, también plantea revertir algunas de las fusiones o adquisiciones que han tenido lugar dentro de esas empresas durante los últimos años, por ejemplo, la compra de WhatsApp por Facebook o de Whole Foods por Amazon.

En suma, una ofensiva estatal contra el sector más dinámico e innovador de EEUU durante la última década y cuya aplicación tendría desastrosas consecuencias sobre el bienestar del conjunto de los ciudadanos. Tomemos el caso de Google. ¿Por qué el buscador nos resulta gratuito a todos los usuarios? Porque la compañía consigue nuestros datos a través del buscador y, merced a su cuidadoso análisis de los mismos, es capaz de vender a otras empresas interesadas información segmentada sobre los usuarios. Si se impide a Google tratar y comercializar esos datos, ¿cómo se financiaría la gratuidad del buscador? ¿Cobrando una tasa a los usuarios?

Romper compañías que están integradas porque se usan integradamente es un error que en nada beneficiará a los ciudadanos, pero que sí servirá para incrementar el control político sobre el tejido empresarial del país. Si de verdad los gobernantes quisieran promover la competencia en el sector tecnológico lo que deberían hacer es reducir las barreras regulatorias de entrada que existen en este sector y que vuelven casi inevitable que muchas de las nuevas propuestas de valor sean desarrolladas a gran escala por alguna de las megaempresas y no por pequeñas «startups» asfixiadas a normativas arbitrarias. Destruir la excelencia empresarial no es la solución.