Opinión
Sánchez vs Casado
Dejando al margen la ideología, en la que, por supuesto, no coinciden, hay bastantes similitudes entre Pedro Sánchez y Pablo Casado. La primera y más llamativa en estos momentos es que ambos no tienen vida al margen de la actividad política; vamos, que viven por y para la política, lo que los convierte en adversarios temibles, ya que van a hacer todo lo posible por conseguir todos los objetivos en su carrera, uno para mantenerse en La Moncloa y otro para llegar a este palacio.
Prueba evidente de ello es la «escabechina» que han preparado ambos, acompañados de sus respectivos equipos, en los primeros puestos de las listas al Congreso de los Diputados para las próximas elecciones generales. Pedro ha impuesto a los que ha querido, incluso en Andalucía, y Pablo ha hecho tres cuartos de lo mismo, con el objetivo de garantizarse grupos parlamentarios férreamente controlados. Los dos prestan una gran atención a la imagen: también viven por y para ella. Tienen una buena presentación en escena y son capaces de llegar con fuerza a los auditorios a los que se dirigen. Se puede comprobar en sus intervenciones públicas y en los gestos que protagonizan.
Sin embargo, cabe preguntarse si detrás de la imagen y la fachada hay algo de fondo. Sánchez no duda en decir lo uno y lo contrario si es necesario para lograr sus fines. En el caso de Casado, y a medida que pasen los días y meses, no será difícil pillarle en uno o varios renuncios. ¿Y si Pablo Casado fuese el Pedro Sánchez del PP?
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