El rostro de Calviño y Planas

Las caras de Nadia Calviño, ministra de Economía, y de su colega Luis Planas, ministro de Agricultura, estaban ayer sonrientes en la manifestación que tuvo lugar en Madrid para protestar por el despoblamiento y lo que se ha dado en llamar la España vaciada. Hace falta tener rostro, dicho sea con todos los respetos, primero, para presentarse en la manifestación y, segundo, para reírse una y otra vez. Calviño era la directora general de Presupuesto de la Comisión Europea y de su despacho salieron los primeros documentos sobre el Marco Financiero de la UE para el periodo 2021-27, en los que se llegó a plantear un recorte de hasta el 30% del dinero destinado a financiar la PAC. ¿Acaso reducir esos fondos de la PAC es una buena forma para luchar contra la despoblación, cuando son los agricultores y ganaderos el colectivo más importante de habitantes del medio rural? Suma y sigue. Ya como ministra de Economía y presidenta de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos ha suavizado las normas impuestas a las compañías telefónicas para llevar internet al medio rural, con el resultado de que sus habitantes tendrán un acceso a las redes peor del previsto inicialmente. Sin embargo, a pesar de esas dos actuaciones tan negativas para luchar contra la despoblación, se presentó sonriente a la manifestación. Lo mismo que Luis Planas, el ministro de Agricultura que lleva nueve meses desaparecido; que se lo pregunten, por ejemplo, a los productores de cítricos y a los afectados por el incendio forestal del pasado verano en Valencia. El ministro «mileurista», ya que tenía 1.800 euros en sus cuentas cuando accedió al cargo, según su declaración de bienes, sólo ha aparecido ahora, desde que es candidato por Córdoba, donde está un día sí y otro también. ¡Vaya rostro el de ambos!