Opinión
Los autónomos, peor con PSOE y Podemos
Todos los partidos políticos prometen mejorar las condiciones de los autónomos pero, a la hora de la verdad, ninguno de ellos tiene un proyecto demasiado definido y coherente para mejorarles apreciablemente la vida (o, mejor dicho, para dejar de perjudicársela fiscal y regulatoriamente). Con todo, hay dos formaciones que sí poseen un plan absolutamente articulado para empeorársela de manera muy notable: PSOE y Unidas Podemos. Ambos llevan en sus programas el compromiso de obligar a los autónomos a cotizar a la Seguridad Social en función de sus ingresos reales, privándoles así del derecho del que gozan actualmente de escoger su base de cotización entre la mínima y la máxima.
A día de hoy, pueden escoger si desean cotizar al Régimen Especial para Trabajadores Autónomos (RETA) por un mínimo de 944,4 euros mensuales (un pago mensual de 283 euros) o por un máximo de 4.070 euros (pago mensual de 1.220 euros). Evidentemente, la práctica totalidad de los autónomos opta por cotizar según la base mínima o, en todo caso, por una base inferior a aquella que les correspondería según sus ingresos reales. El 65,5% de los autónomos escoge cotizar por la base mínima y el 90% por una base 1,5 veces inferior a la mínima. La abrumadora mayoría, pues, rechaza cotizaciones altas, aun cuando podrían escogerlas si así verdaderamente lo desearan.
¿Por qué lo hacen? Los ingresos reales de algunos de esos autónomos son inferiores a la base de cotización mínima, lo que obviamente les dificulta que puedan cotizar por un importe mayor a éste: semejante colectivo de autónomos sí tiene razón al reclamar que se les deje pagar al RETA de acuerdo con sus ingresos efectivos y no sujetos a una base mínima que les resulta demasiado onerosa para llegar vivos a fin de mes. El otro motivo es que muchos trabajadores no confían en las prestaciones previsionales que pueda proporcionarles la Seguridad Social en el futuro: prefieren quedarse –y administrar– su propio dinero antes que seguir alimentando un pozo sin fondo que, a medio-largo plazo, saben que va a sufrir de nuevos y profundos recortes. En otras palabras, sí, el RETA necesita de un cambio para habilitar que aquellos autónomos que ingresen por debajo de la base mínima de cotización puedan cotizar según sus ingresos reales.
Pero esa modificación no implica que haya que obligar a todos los demás autónomos a que también coticen según sus ingresos reales, pues en tal caso se les estarían disparando las cotizaciones a cambio de nada. Un atraco a mano armada. A día de hoy, 1,5 millones de autónomos deciden voluntariamente cotizar por debajo de sus ingresos reales. Es a ese colectivo de profesionales al que PSOE y Podemos pretenden asfixiar tributariamente tras el 28 de abril. Avisados quedan.
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