Opinión

Fortalecer España fortaleciendo Europa

Este domingo 26 de mayo voto en las

elecciones europeas queriendo contribuir a ser más Europa, en el firme

convencimiento de que fortalecer Europa es el mejor camino para fortalecer

España.

Al igual que las elecciones generales del

28 de abril contaban con una esfera supranacional, dependiendo la política

internacional y europea de consideraciones y decisiones internas del Gobierno

de España resultante, las próximas elecciones europeas tendrán consecuencias

directas en el ámbito doméstico de los Estados miembros. Es evidente que las

políticas europeas adoptadas en la próxima legislatura, al definir el modelo

europeo común a fortalecer y en el que avanzar, estaremos definiendo también el

modelo de integración de los Estados miembros en ese futuro común.

En un mundo globalizado en el que los

riesgos y las oportunidades son realidades supranacionales, sólo contribuyendo

a un todo más fuerte se puede garantizar la fuerza de cada una de las partes.

Eso es Europa, un mundo de oportunidades y realidades. Por ello, cuando el 26

de mayo vote y diga sí a Europa, lo haré pensando en todas las oportunidades

que nos ofrece como ciudadanos.

El 26 de mayo votaré recordando la ilusión

de trabajar por construir una ciudadanía europea común basada en valores y

símbolos comunes; una bandera, un himno de la alegría, y un día festivo común

en todos los Estados miembros, el 9 de mayo, en el que celebrar juntos una

historia común de paz y progreso.

El 26 de mayo votaré consciente de la

importancia de Europa en la garantía de libertades y derechos básicos, como la

igualdad, recordando aquel 21 de noviembre del 2018 en el que la Mesa de

Peticiones del Parlamento Europeo se hacía eco de la reivindicación de la

Asociación por la Justicia Salarial Policial, JUSAPOL, porque no hay brecha

salarial que resulte aceptable, ya nos encontremos ante discriminación por

razón de género, de nacionalidad, de orientación sexual, del lugar de

residencia o de la edad. Porque la edad tampoco puede ser un impedimento o un

lastre para el desarrollo profesional de los ciudadanos europeos, y por ello

estoy segura de que pronto las instituciones europeas establecerán que la edad

nunca puede ser per se causa de despido. Hay desarrollo profesional más allá de

los 45 años, incluso en el ejército.

El 26 de mayo votaré por una Europa que

fomente la protección de la familia, esa raíz que permite fortalecer el tronco

de una sociedad tolerante y respetuosa con la diversidad y pluralidad que nos

enriquece. Urge adoptar medidas que fomenten la natalidad en una Europa que

envejece y en la que los jóvenes deben enfrentarse a demasiados obstáculos en

el desarrollo de sus proyectos vitales. Necesarias también aquellas medidas

tendentes a facilitar la conciliación y la corresponsabilidad, como los

permisos parentales igualitarios y la custodia compartida.

El 26 de mayo votaré por una Europa que no

cierre los ojos ante las injusticias y dramas humanos: víctimas del terrorismo,

víctimas de trata de seres humanos, refugiados y asilados políticos.

El 26 de mayo votaré por tantas propuestas necesarias que quedan por

desarrollar, dentro de una Europa humana que fomente un desarrollo sostenible y

social.