Sánchez se entrega a Bildu

La Sexta Noche del sábado fue objeto de un intenso debate en el que la bancada de enfrente intentó justificar lo injustificable. A saber: que en mi Navarra del alma el PSOE no ha pactado, ni nada que se le parezca, con Bildu. Es decir, con el brazo político de los terroristas que asesinaron a 857 compatriotas. Su tesis es que con quien de verdad han hecho manitas los socialistas locales es con el centroderecha encabezado por UPN y que concurrió a las elecciones bajo la atractiva marca de Navarra Suma.

Se escudaban en el hecho de que el PSN de la atrabiliaria María Chivite permitió que el regionalista de centroderecha Enrique Maya sea el nuevo alcalde. En honor a la verdad hay que puntualizar que lo que hicieron los socialistas fue votarse a sí mismos. Es decir, entre los dos candidatos, el de Navarra Suma y el de Bildu, no optaron por ninguno. Debe ser que a los socialistas les parece lo mismo un impecable constitucionalista que un proetarra de tomo y lomo como Joseba Asirón. De locos. Aunque en honor a la verdad hay que admitir que la causa del autovoto del PSN tuvo una maravillosa consecuencia para Pamplona, que no es otra que botar al batasuno. No ocurrió lo mismo con la Mesa del Parlamento Foral. El PSN dio luz verde a la entrada de los proetarras.

No es la primera ni será la última infamia de un sanchista PSOE que nada tiene que ver con ese felipista que rechazó sin ambages cualquier coqueteo con los malos. Sus huestes vascas ayudaron hace una semana a que el alcalde de la localidad alavesa de Samaniego sea bilduetarra. Está escrito en las estrellas que la socialista María Chivite será presidenta de Navarra con el voto activo o pasivo de los que aplauden a los etarras y colaboraron en sus crímenes. Por no hablar de un amoral Pedro Sánchez, que tiene ya lista y dispuesta la abstención de esta gentuza en su investidura. No está de más recordar que el secretario general socialista sacó adelante la moción de censura con los dos síes de los representantes de ETA en la Carrera de San Jerónimo. Qué añoranza de ese Partido Socialista de Felipe González y Alfonso Guerra que jamás de los jamases hizo el más mínimo guiño a ese imperio del mal que antes respondía al nombre de Batasuna y ahora se llama Bildu.