Entre el Brexit y los aranceles

El campo español entendido en sentido amplio, es decir, el conjunto del sector agroalimentario, ha conseguido durante los últimos años unos buenos resultados en la venta de productos al exterior, tanto en el resto del mercado comunitario como en países terceros. Dicho de otra manera, que muchos de los subsectores se han volcado en la exportación; entre los más activos destacan los de frutas y hortalizas, la carne de porcino (cuyas ventas al exterior se han disparado), el vino y el aceite de oliva, especialmente. De ahí que exista una gran preocupación sobre dos hechos significativos: el Brexit y los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a una serie de productos emblemáticos españoles como el aceite de oliva, la aceituna de mesa, el vino, algunos tipos de quesos y productos derivados del porcino. Respecto al Brexit, sigue la incógnita y no sabemos si al final se producirá a finales de este mes o si, por el contrario, habrá una nueva prórroga, tal y como han solicitado este fin de semana desde Londres. Asimismo, en caso de que finalmente se produjese la salida de Reino Unido de la Unión Europea dentro de diez días y suponiendo que fuese por las buenas, está claro que aumentarían las trabas burocráticas y las dificultades para exportar al mercado británico. En total, se trata de ventas por un valor muy superior a los 4.000 millones de euros y son varios los subsectores que se verán afectados.

Mientras tanto, en lo que respecta a los aranceles de Trump, amparados esta vez por una sentencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC), sabemos que van a perjudicar a las exportaciones españolas de los productos citados anteriormente, entre otros, por el incremento de esas tasas, que provocarán un encarecimiento en el mercado norteamericano. Sin embargo, todavía estamos muy lejos de conocer cuáles serán sus efectos reales, por lo que reina la confusión. En los últimos días hemos asistido a una ensalada de cifras sobre los posibles perjuicios, cada una de su padre y de su madre. De todo lo anterior destaca una conclusión: en ambos casos habrá daños, pero todavía no sabemos a cuánto ascenderán, por lo que queda todavía un largo periodo de incertidumbre, que nunca es buena.