Opinión

Podemos vuelve a los alrededores de ETA

Que Podemos estaba en los alrededores de ETA lo sabíamos pese a que sus medios afectos, que son legión, lo negaban contradiciendo evidencias tan palmarias como los vídeos de Iglesias o Monedero. El coletudo no se anduvo con rodeos a la hora de elogiar a los pistoleros en presencia del proetarra Sabino Cuadra y de un periodista de ese diabólico altavoz de la banda que es Egin. Fue en una herriko taberna, como se denomina a los bares batasunos, de Pamplona, mi pueblo. Lo del más salvaje aún Juan Carlos Monedero fue una defensa implícita o explícita del terrorismo en toda regla y, consecuentemente, una humillación a las víctimas: «Cuando se piensa que en el País Vasco la represión ha tenido un espacio muy alto, uno puede empezar a entender la violencia de ETA». Además, justificó el asesinato de presuntos «camellos» porque «la Guardia Civil introducía heroína en los colegios». Un informe policial apuntó al ahora vicepresidente del Gobierno y a su entonces compañera sentimental, Tania Sánchez, como los «contactos de referencia» en Madrid de Herrira, la asociación de presos de la banda terrorista. El blanqueamiento del pensamiento único a ETA, que pretende hacernos ver que no existió o que al menos no fue tan mala como creíamos, continúa a ritmo supersónico. El pacto con Bildu, el agradecimiento del presidente a esos malnacidos por permitir su investidura y la equiparación que hizo de vascos buenos y malos, es decir, de Josu Ternera con Miguel Ángel Blanco, son los primeros hitos de un camino en el que nos queda por ver mucha infamia y soportar infinito dolor y provocación. La última, la participación anteayer de Podemos en la manifestación de apoyo a los presos de ETA por las calles de Bilbao. La enésima prueba de que la Sociedad Limitada de Pablo Iglesias e Irene Montero respalda a quienes asesinaron a 856 compatriotas, hirieron y mutilaron a miles, extorsionaron a decenas de miles y provocaron el exilio de 250.000 vascos y navarros. E implícitamente en contra de las víctimas y sus familias. Lo más grave de todo es que ETA se ha colado por la puerta grande en el Consejo de Ministros, el lugar al que nunca pensamos que pudiera llegar. El presidente los eligió como socios de gobernabilidad a nivel nacional y en Navarra y su minivicepresidente Iglesias y su ministra de Igualdad, Irene Montero, directamente están con ellos. Qué asco da todo esto.