Opinión

La Ley no basta

Los máximos honores, las banderas española y catalana en la sala, los mossos de gala, la solemnidad propia de las citas oficiales, lo pomposo del ceremonial, lo simbólico y lo anecdótico han confluido en la cumbre bilateral España-Cataluña que hemos tenido la oportunidad de presenciar en el Palau, cual hecho histórico. Desde luego, si La Moncloa pretendía diluir la importancia del encuentro entre Pedro Sánchez y el inhabilitado Quim Torra, le ha salido el tiro por la culata. Muchos en el PSOE –el PSOE de antes de Pedro– habrían preferido que su presidente cancelara la visita, que no se hiciera esa foto, pero no ha sido así. El PSOE a partir de Pedro sabe que necesita cumplir con determinados trámites impuestos por ERC a cambio de gobernar. Por otro lado, no seré yo quien le censure a nadie la iniciativa del diálogo, aunque con Torra ese intento, de entrada, me parezca un esfuerzo absurdo.

A lo que vamos: a ambos les rodeaban las lupas. Por supuesto que importan las formas cuando te reúnes con un president inhabilitado, lo mismo que importan los mensajes que ambos lancéis. La puesta en escena fue más propia del recibimiento a un mandatario extranjero que a tu presidente del Gobierno. Destaquemos, a favor de Pedro Sánchez que, al menos, no agachó la cabeza –en modo reverencial– al saludar a un relajado Quim Torra. Más tarde, llegó el detalle del intercambio de libros en público (en mi opinión se lo podrían haber ahorrado, para no herir más sensibilidades). ¿Con qué autoridad ese president que ha despreciado al Estado español en repetidas ocasiones puede regalarle a su invitado dos obras sobre los derechos humanos? ¿Qué estaba transmitiendo con ese gesto? Vete a saber si Torra se las ha leído, acababan de traerlas de una librería… Frente a esa bofetada simbólica, el presidente del Gobierno insistió en la idoneidad del reencuentro, en su agenda con 40 medidas, en una mesa de diálogo inminente, «porque solo con la ley no basta» para solucionar el conflicto.

¿Para qué ha servido esta reunión? En la práctica, para constatar que Pedro Sánchez sigue adelante con su hoja de ruta. ¿Quién sale ganando? No tanto la sociedad española o catalana como los políticos que nos gobiernan. Los de allí y los de aquí.