La mejor generación de españoles

Esta semana se han cumplido 81 años del fin de la Guerra Civil española. Hace por tanto 81 años que quienes eran niños entonces vieron, con ojos infantiles, cómo acababa una contienda terrible y cruel. Esos niños se aprestaban a vivir una posguerra durísima y una juventud sin libertad. Una generación que años después fue capaz de protagonizar la reconciliación nacional que derivó en la transición, la democracia y la Constitución, que han supuesto el periodo mas próspero, pacífico y libre de nuestra tantas veces triste historia. Hoy, en medio de esta pandemia ciega que se ceba en los más débiles, muchos de aquellos niños a los que hoy tanto debemos, sufren y mueren sin la cercanía de sus hijos y nietos, aislados de quienes les aman. Es el peor final imaginable para una parte de una generación a la que los españoles les debemos todo, incluida nuestra vida y nuestra libertad. Una generación que siempre cuidó de nosotros y a la que debemos comprometernos en homenajear, preservando su recuerdo y defendiendo su legado de esfuerzo y concordia. Dijo Andrew Sachs que la muerte es más universal que la vida, porque todos morimos, pero no todos vivimos. La generación que está siendo atacada por el Covid19 no cabe duda de que ha sabido vivir y, con su vida, dar sentido a la de todos nosotros. Su vida y su obra son el espejo en el que debemos mirarnos todos. Creo que, cuando pase esta gran emergencia, su recuerdo debe vertebrar un gran homenaje nacional, que debe servir como el gran reconocimiento que merece una generación ejemplar. Espero que todas las administraciones públicas, todas las fuerzas políticas y toda la sociedad civil sepamos estar a la altura, prosigamos con el cuidado de los vivos y homenaje a los fallecidos de esa gran generación de españoles. Se lo debemos como nación y se lo debemos como hijos y nietos suyos. El presidente Lincoln dijo en su discurso de Gettysburg que «los que vivimos tenemos la obligación sagrada de continuar y terminar noblemente la obra que comenzaron los que aquí sucumbieron. Ahora nos corresponde a nosotros dedicarnos por entero a la gran empresa que todavía está inconclusa para que seamos dignos de los venerados muertos». Esperemos que ningún populista lo estropee.