Opinión

El «hachazo» que viene

El Gobierno de PSOE-Podemos ya está preparando el terreno para subirles los impuestos al conjunto de los españoles. El enorme déficit público que se generará durante este año (y los venideros) requerirá de una decidida consolidación presupuestaria que un Ejecutivo de izquierdas como el de PSOE-Podemos no va a querer acometer mediante recortes del gasto sino mediante sablazos impositivos. Desde hace días, de hecho, varios miembros del Gobierno ya vienen repitiendo que España recauda mucho menos que el resto de Europa: que nuestra brecha fiscal alcanza hasta los 6 puntos de PIB (unos 70.000 millones, el doble que nuestro déficit en 2019) y que, en consecuencia, si consiguiéramos equipararnos a nuestros vecinos, lograríamos solucionar definitivamente nuestros problemas financieros. Lo que esos miembros del Ejecutivo callan, sin embargo, es que nuestra diferencia con Europa no se explica por el hecho de que los ricos o las rentas altas españoles paguen muchos menos impuestos que los de nuestros socios comunitarios (como tramposamente deslizan), sino sobre todo porque las rentas medias y bajas contribuyen menos que en el resto de Europa. Los motivos de esto último son dos: primero, los impuestos sobre el consumo en el Continente son sustancialmente más altos que en nuestro país; segundo, como los salarios en la UE son generalmente más elevados que en España, la recaudación por IRPF también es más cuantiosa (recordemos que el IRPF es un impuesto progresivo, de manera que, cuanto mayores sean los ingresos gravados, mayor es el tipo efectivo medio). En otras palabras, dado que el Gobierno no puede aumentar los salarios por decreto (la única forma para lograrlo es subir la productividad), si queremos recaudar tanto como Europa no nos quedará otra alternativa que aumentar los tipos nominales sobre el IVA y sobre el IRPF, no sólo a las rentas altas sino sobre todo a las rentas medias y bajas. Hace poco más de una semana, el propio gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ya declaró que las dos únicas figuras tributarias con suficiente capacidad recaudatoria como para cubrir nuestro desequilibrio son el IVA y el IRPF. Y, a su vez, ayer mismo el ministro de Consumo, Alberto Garzón, reconoció que el impuesto a las grandes fortunas que propugna Unidas Podemos no bastará ni lejanamente para recaudar los fondos suficientes para sufragar el aumento del gasto público que ellos proyectan. Así que ya saben: como el Gobierno PSOE-Podemos se niega a reducir el tamaño del Estado, el conjunto de ciudadanos –enormemente descapitalizados por la crisis– tendrá que pagar muchos más impuestos. Ellos gastan, nosotros pagamos. Vayan preparando sus carteras porque la acumulación de deuda pública se va a traducir en fuertes rejonazos fiscales.