Opinión

«Barones» desmemoriados

Solo levantan la voz cuando entramos en

periodo preelectoral de comicios autonómicos y llega la hora de

jugarse el voto y el “machito”, o en épocas como al actual en la

que la tragedia del covid-19 está poniendo mas de una barba a

remojar. Los referentes territoriales del partido socialista llevan

tal vez demasiado tiempo desempeñando el papel de “barones

domados” o como poco desmemoriados a tenor de algunas

consideraciones que les venimos escuchando en línea con la

justificación de lo injustificable, con tal de que la incomodidad

que les producen las políticas del líder de filas no abra

innecesarios frentes al interés de partido.

Escuchaba al presidente extremeño

Fernandez Vara lamentar que no existan acuerdos más “transversales”

entre fuerzas moderadas para evitar que los nacionalistas resulten

los grandes beneficiados a la hora de decidir el futuro de España,

dada la “negativa de la derecha por aceptar que fue la izquierda

quien gano”. Argumento también abrazado por otros “barones”

del PSOE incapaces de reconocer una verdad tan distinta como que es

el propio Sanchez quien ha venido demostrando desde su llegada a la

Moncloa cuales son sus autenticas preferencias a la hora de tejer

pactos políticos. El mantra de señalar a la derecha para justificar

desmanes propios ha sido interiorizado -gracias a los auspicios del

manual propagandístico de supervivencia monclovita- hasta por los

ministros de perfil más técnico en el gobierno que acaban

cantándolo como auténticos papagayos. No existe pregunta sin

respuesta, lo que se puede explicar se explica ante una tribuna

parlamentaria o un ante un periodista y si no puede explicarse, el

manual es cristalino: la culpa es de la derecha entregada a la

extrema derecha. Eso es todo.

El “poder territorial” que siempre

tuvo reflejo en el comité federal del PSOE, también parece haber

abrazado a la fuerza el catecismo de la era sanchista ignorando al

clamar por acuerdos “transversales”, que las mismas fuerzas que

auparon al líder socialista a la presidencia del gobierno son las

mismas en las que se apoya hoy dos años después y a cuyas

exigencias se debe a cambio de continuar en la Moncloa ignorando el

sonido del teléfono cuando la llamada procedía de la calle Génova.

Los “barones” han visto como el gobierno de su partido

traspasaba líneas rojas inimaginables en cualquier otro tiempo y lo

han digerido con las tragaderas de una anaconda. Su desmemoria les

impide recordar porqué un 1 de octubre le dijeron “basta” al

secretario general del partido, como tampoco les permite, en una

demostración de amnesia casi patética refrescar hechos como el del

“relator”, el pacto con EH Bildu para gobernar Navarra o derogar

la reforma laboral, el nombramiento de la actual fiscal general, el

agasajo a Torra en San Jaume y en la Moncloa, el escándalo “Delsi”

en Barajas, la entrada a “saco” en la Guardia civil saltándose

nuevamente la división de poderes o sencillamente el acuerdo de

gobierno con quien antes quitaba el sueño y ahora marca la agenda

del ejecutivo. Por cierto, de convocar un comité federal ni

hablamos, no molestemos al “líder”.