Opinión

La UE nos condiciona

Más vale tarde que nunca. Pero Pedro Sánchez ha comenzado su gira por algunas de las capitales de la UE, especialmente por las de los Estados miembros «ahorradores», más tarde de lo que debiera. Es el primer dato a tener en cuenta. El segundo se llama condicionalidad. Si el actual inquilino de La Moncloa esperaba que nos vayan a dar dinero, una parte a fondo perdido, y otra mediante préstamos que se deben devolver, sin que pongan condiciones a los países receptores, en este caso España, ya habrá comprobado que, de eso, nada de nada, o «rien de rien». Habrá condiciones y, a mayor cantidad de dinero, más condiciones y, a mayor porcentaje de subvenciones, corresponderá más condicionalidad y vigilancia. Vamos, que no habrá cheque en blanco. La delegación de España acudirá a la Cumbre Europea del próximo fin de semana, y este es el tercer dato a tener en cuenta, sin nada que ofrecer más allá de las garantías de que en el futuro nos portaremos bien y haremos lo que nos pidan. Y es que vamos allí con las manos vacías y solo a pedir. Mal que nos pese, yo no llamaría negociación a lo que va a suceder en Bruselas a partir del viernes, porque no tenemos nada que ofrecer, lo denominaría viaje de petición. Y nos podremos dar con un canto en los dientes si no nos aplican aquello de «contra el vicio de pedir, está la virtud de no dar». Lo único que nos salvará es que no pueden dejar caer a un país como España.