Opinión

El problema andaluz

La eliminación de los derechos históricos y la reducción de las regiones en España a efecto del cálculo de las ayudas, medidas anunciadas por el ministro de Agricultura, el valenciano de nacimiento y cordobés de adopción Luis Planas, anuncian un vuelco muy importante en el reparto del dinero entre comunidades autónomas cuando llegue la negociación «hispano española» de la nueva PAC. Con los datos disponibles a fecha de hoy, Andalucía será la región más perjudicada desde el punto de vista económico y está por ver las que resultarían más beneficiadas. Evidentemente, eso va a suponer un problema económico para los agricultores y ganaderos de esta región, que tendrá también repercusiones sociales y, por supuesto, políticas. Andalucía es hoy la principal potencia agraria en España y la que más dinero recibe de la PAC; en ella coexisten sectores muy dependientes de las ayudas que llegan de Bruselas, como el olivar, y otros como el de frutas y hortalizas que son punteros y que se benefician muy poco de los apoyos comunitarios. Desde el punto de vista político, el Gobierno popular de Moreno Bonilla tiene un importante problema porque cuenta con todas las papeletas para perder dinero en ese proceso negociador. Pero siempre podrá culpar de ese «hachazo», porque eso va a ser, al Gobierno central y, en concreto, al ministro de Agricultura, diputado por Córdoba. La batalla política entre socialistas y populares andaluces de cara a las próximas elecciones que se desarrollen allí, bien sean autonómicas o generales, va a ser de órdago. Ambos partidos deberán jugar bien sus cartas. Moreno Bonilla y la consejera Carmen Crespo se la juegan. Pero Luis Planas y Susana Díaz, íntimos enemigos, también. Pero, los que de verdad se la juegan son los agricultores y ganaderos andaluces.