Política

Refundación socialista

En la Transición, González se enfrentó al PSOE marxista

Que Otegui proclame ufano que «viene a democratizarnos» de la mano de Sánchez e Iglesias, nos muestra la degradación ética y moral a la que ha llegado la política española con el actual Frente Popular en el Gobierno. Conviene recordar que el partido que permite esta situación es el PSOE, ante la pasividad de no pocos dirigentes históricos y representantes de esa formación política.

Si el actual PSOE no responde a lo que ellos entienden debe ser el proyecto para España de su partido –que conmemoraba el pasado año su 140º aniversario– deberían proceder a su refundación externa ante la imposibilidad de hacerlo desde su interior tras el blindaje estatutario auto ejecutado por Sánchez una vez recuperada la Secretaría General.

En la Transición, González se enfrentó al PSOE marxista y lo transformó en socialdemócrata, venciendo nítidamente al PSOE del exterior y al PSP de Tierno Galván. Sin aquella generación de dirigentes liderados por Felipe González y Alfonso Guerra, no existiría el PSOE como lo hemos conocido: se habría diluido en la sopa de siglas que comparecieron a las elecciones constituyentes.

Para Sánchez, el fin –permanecer en el poder– justifica los medios –pactar con quien sea necesario –, y ya ha afirmado que las únicas siglas que le interesan son «PGE». Con sus presupuestos aprobados, ya tiene garantizada la legislatura. Los enemigos de España –separatistas, Otegui, y comunistas– no podían imaginar encontrar un jefe de Gobierno mejor que él para sus intereses. Sánchez no vende su alma al diablo, le vende España .