Opinión

Oportunidad histórica perdida

Desde nuestra perspectiva, no deja de resultar preocupante que Boris Jonhson exprese «entusiasmo» por el acuerdo alcanzado con el Gobierno de España respecto a Gibraltar. Lo cierto es que el Brexit es una de esas oportunidades –si se sabe aprovechar– que, en contadas ocasiones, la historia pone en nuestras manos, ya que la salida del Reino Unido de la UE –con el voto abrumadoramente negativo de los ciudadanos británicos residentes en el Peñón– nos concedía negociar desde una evidente posición de ventaja el nuevo estatus de la colonia.

Un Gibraltar aislado de la península y del continente europeo, era un escenario poco halagüeño para el futuro del Peñón. Lo que conocemos, de momento, es que «ya no hay verja», pero permanece invariable el último reducto colonial en la UE. Hace unos años, tras el reseteo internacional que significó el 11-M, se llegó a hablar seriamente de la «cosoberanía» con los británicos. Ahora se habla de «prosperidad compartida», pero en el Campo de Gibraltar. Es decir, que ellos van a compartir nuestra presunta prosperidad, facilitando que miles de españoles tengan libre acceso a trabajar en el paraíso fiscal colonial.

Nada nuevo bajo el sol con este Gobierno que parece avergonzarse de España, incluso ocultando mediante malabarismos técnicos, nuestra bandera proyectada sobre la fachada del palacio de la Puerta del Sol, durante la retransmisión por la TV española pública, de la tradicional emisión de la llegada del Año Nuevo.

Para este Gobierno, no hay bandera nacional ni en Sol ni en el Peñón.