Partido Popular

Los «sobres» del Partido Popular

Lo mejor sería que Bárcenas informe, aportando pruebas, sobre quiénes eran los que pagaban y qué recibían a cambio

La izquierda política y mediática se frota las manos con las causas judiciales sobre corrupción que afectan, directa o indirectamente, al PP. Es un auténtico festín, porque no importa la verdad judicial sino la batalla ante la opinión pública. Es una estrategia de distracción que no tiene precio, porque beneficia, sobre todo, al gobierno. A Sánchez le viene muy bien que Casado viva el purgatorio de la corrupción, ya que con ello se olvidan cosas más graves e importantes. Los enredos de la caja B despiertan un interés que no tiene parangón con otros escándalos de mayor cuantía. Es interesante constatar que los que afectan al PSOE y Podemos despiertan un menor interés, ya que funciona la «solidaridad» de la izquierda política y mediática. Lo hemos comprobado con el escandaloso anunció de Iglesias sobre su objetivo de someter a los medios de comunicación. Me recuerda a otros populistas, como es el caso de Trump, que pueden decir cualquier barbaridad porque gozan de una grosera «inmunidad». Es cierto que todo indica que su comportamiento y sus excesos le pasarán factura como le sucedió, finalmente, al anterior presidente de Estados Unidos.

A pesar del anuncio de la venta de la sede y la decisión de establecer otros cortafuegos, la realidad es que la persistencia informativa sobre los casos que afectan al PP se mantendrá hasta que acabe el vía crucis judicial. La izquierda lo utilizará todo a pesar de que Casado y su equipo no tienen nada que ver con aquella época. El asunto más goloso son los sobres como visualización de una trama corrupta, porque el enredo es ilimitado y no se necesita ninguna prueba para extender la sombra de la sospecha sobre cualquier dirigente. Lo mejor sería que Bárcenas informe, aportando pruebas, sobre quiénes eran los que pagaban y qué recibían a cambio. Es decir, deberían salir a la luz pública los empresarios corruptores, porque el PP no merece sufrir este desgaste permanente. Esto permitiría esclarecer las posibles conexiones entre el pago y la concesión u obra pública recibida por el corruptor. En ese sentido, es fundamental saber qué parte del dinero iba a gastos del partido y cuál era la que se llevaban algunos para beneficio propio, así como si hay más cuentas en el extranjero. En los cobros me refiero a los que sabían ese posible origen ilícito y no aquellos que tenían un complemento salarial que cobraban de buena fe.