Política
Hana, Pepu y el cerrajero del PSOE
Antes del 4-M todos querían venir a Madrid, ahora, todos se escapan como pueden
De los veinticuatro diputados del PSOE de Madrid, dos no han llegado a recoger el acta. La cosa no tendría mayor importancia si hubiese sucedido en un grupo con sesenta o setenta diputados, pero después de la catástrofe del pasado 4-M y de haber sido las listas confeccionadas desde Moncloa, es una nueva humillación para el socialismo madrileño.
Antes del 4-M todos querían venir a Madrid, ahora, todos se escapan como pueden. Empezó la ministra de Industria anunciando que sería la consejera de Economía de la Comunidad de Madrid si Gabilondo ganaba las elecciones. Ahora, intenta pasar de puntillas porque quedó en evidencia su punch electoral.
No es la única que se interesa por la cosa madrileña cuando hay poder en juego, la renuncia de los dos miembros de la candidatura es más de lo mismo. Uno de ellos es el actual subdirector general de turismo que peleó con uñas y dientes por un escaño pensando que había botín que repartir y, al ver que el PSOE de Madrid ni siquiera lidera la oposición, ha preferido conformarse con el puestecillo de subdirector en busca de mejores tiempos.
El otro caso es un amigo personal de Gabilondo que también esperaba con ansiedad una responsabilidad de gobierno y, visto lo visto, ha decidido que a otra cosa mariposa. Ha habido serias dificultades para nombrar un portavoz que esté a la altura, había que elegir de entre los electos y, como los hombres y mujeres más solventes han sido sustituidos por advenedizos sin opinión propia para no discrepar, ahora, vienen los problemas.
De manera provisional nombrarán a Hana Jalloul, que debe ser muy conocida en Moncloa para ese rápido ascenso, pero no lo es tanto en la Asamblea de Madrid, en donde ya fue diputada con Gabilondo, para asombro de muchos para los que es una auténtica desconocida.
Con este nuevo PSOE es fácil pronosticar los próximos movimientos. Simancas bajará con una caja de herramientas y material de cerrajería, colocará a los tres o cuatro de su confianza en puestos clave, como la actual Delegada del Gobierno, para asegurarse de nuevo un escaño en el Congreso de los Diputados y, en octubre se pondrá al frente del PSOE madrileño al que mejor baje la cabeza al hacer la genuflexión.
De esta manera, solo habrá que esperar, hibernando, a que llegue el 2023, entonces, Sánchez en un nuevo alarde de generosidad, proclamará a un candidato que traerá la victoria al socialismo madrileño.
Un perfil como el de Pepu Hernández es el más idóneo, de los que hablan poco para no meter la pata. Lo malo es que cada vez que dice algo, suele hacer una entrevista bianual, crece el pan, como la última que hizo con Carlos Alsina, en Onda Cero.
Pero cada cosa a su tiempo, porque al final va a tener que hacer algún cerrajero horas extraordinarias, manipulando Madrid por un lado y cogiendo el AVE por si tiene que descerrajar otra puerta en Sevilla.
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