Internacional

Talibán

No cabe la democracia en el Islam porque es excluyente: no tolera a otras religiones o puntos de vista

Dice Borrell: «Hay que hablar con los talibanes porque han ganado la guerra». Pero, oyes, también ganó la guerra Franco y lo sacaron en «streaming» de su sueño eterno, ochenta años después de su victoria, para que el triunfo no se le suba a la calavera... ¡Ah, que lo de los talibanes es distinto…! Claro: los borrelles del mundo han descubierto al «talibán moderado», que es como decir el cocido crudo y el muerto vivaracho. O la playa virgen y el ministro eficiente. El talibán dispuesto a «hablar» también está deseoso de que lo blanqueen (para poder cobrar las subvenciones que, como ríos de dinero procedentes de nuestros impuestos, enviados por la UE, si nada lo remedia, llegarán pronto a sus manos, dado que ahora la legítima autoridad afgana es talibana). Y mientras, aquí, en una galaxia tan lejana, pero en el epicentro de la cucada ideológica, al mortal tele-evidente le emociona ver con qué ternura se preguntan los tertulianos –los «especialistas en general»–: «¿Es compatible el Islam con la democracia?». A mí es que me faltan franjas horarias para seguir dándole vueltas a tal cuestión. Y aunque sospecho que el Islam se parece a la democracia tanto como un gusarapo a la gracia de Dios, modestamente voy a intentar responder a esta complicadísima cuestión: No, miren, el Islam no es compatible con la democracia porque Islam implica que el régimen político sea una teocracia, el gobierno de la religión. El Islam es totalizador, llena toda la vida de sus fieles, del nacimiento a la muerte, del lecho a cuestiones de Estado. No cabe la democracia en el Islam porque es excluyente: no tolera a otras religiones o puntos de vista, y basa el gobierno en unas leyes indiscutibles, por mandato divino. «Pero no podemos sacar a todos los afganos del país», ha sentenciado trágicamente Borrell. ¡Pues muy mal!, porque la solución era precisamente esa: sacar a todos los afganos del país, incluidos los talibanes, y dejar quizás a algunos extranjeros, pero para poner un poco de ambiente a las fotos que haga la CIA desde sus drones. O con el Meteosat.