PSOE

El viejo cajón de herramientas

¿A alguien se le ocurrirá proponer el traslado de la sede federal de Ferraz a algún lugar de la España vaciada?

Con independencia de que puedan arrojar algún tipo de resultado en términos demoscópicos –por si no lo han notado estamos metidos hasta el cuello en prematura precampaña y con creciente tufo de adelanto electoral– las medidas que ha puesto en marcha la coalición de izquierdas en el Gobierno no dejan de mostrar eso que con escasa imaginación y menor fondo de armario ideológico acaba en lo de siempre, que no es otra cosa que la inclinación casi patológica a echar mano de los dineros públicos en una huida hacia adelante para la que el endeudamiento y el consiguiente riesgo de mayor empobrecimiento futuro no aparecen en los registros. A falta de propuestas realistas o medidas que no contabilicen votos en el corto o medio plazo el viejo cajón de herramientas siempre está ahí, preparado para excitar la movilización de unos jóvenes electores cuya tasa de desempleo sobrepasa con creces el treinta por ciento. El gobierno de «ZP» fue el anterior en desempolvarlo con cheques bebe y otros «bonos» que ayudaron y de qué manera a ganar los comicios de 2008. Dos años después era el mismo presidente socialista quien anunciaba el mayor paquete histórico de recortes con el país al borde de la ruina y de ser intervenido por una Europa perpleja. No era tarde, pero quedaban los de siempre para pagar la fiesta.

Hoy la situación es distinta y tal vez la billetera común no sea suficiente, razón de más para recurrir a otros registros del viejo repertorio como es el nuevo ímpetu descentralizador que pretende una mayor presencia del Estado fuera de la capital vía sedes de organismos nacionales, en curioso contraste con la desidia a la hora de defender esa misma presencia estatal en lugares como Cataluña y País Vasco, o la vista gorda cuando el castellano deja de rotularse en la comunidad balear. Impulso «vertebrador» de las Españas poblada y vaciada a costa de una comunidad como la madrileña cuya ciudadanía ha dejado claras en reiteradas ocasiones sus preferencias por las políticas liberales por encima de frentismos guerracivilistas y cuya presidenta Díaz Ayuso gana enteros para convertirse paradójicamente en la «prima doña» del 40 congreso que el PSOE celebra en Valencia este próximo fin de semana ¿a alguien se le ocurrirá proponer el traslado de la sede federal de Ferraz a algún lugar de la España vaciada?