Arnaldo Otegi
Otegi con cosas
Notas del 19 de octubre, resaca del comunicado de Otegi y stendhalazo socialista. Recogen las crónicas deportivas cómo Patxi López enganchó el discurso de volea. Hay que entenderlo, porque cómo era ese atardecer en rosa-subrayador-fosforescente por encima de Igeldo y sobre los folios del discurso del líder de la arnaldería gramatical. “Discurso del 18 de octubre”, anunciaba en grande, porque venía con la fecha en el titular, no. Al discurso del 18 de octubre, ya le decían del 18-0, pues venía con la fecha y la entrada en la wikipedia escrita con el relato de los hombres y mujeres de paz del caserío Txillarre, ¿cómo no lo vimos venir?
La gente no es que hable para la posteridad, es que directamente viven en ella y por la mañana se levantan en un documental sobre ellos que se proyectará dentro de diez o quince años. Por eso hacen estas cosas. La izquierda abertzale anda preocupada por no aparecer como los tipos que se ventilaron a 900 personas por sus ideas, secuestraron, desterraron y aterrorizaron a cientos de miles. Por eso de normal va vestida como para subir al Monte Adarra con un pollo asado en la mochila, pero para estas cosas históricas se pone muy solemne y habla despacio y marcando las comas como si escribiera en los libros de historia de los niños del futuro en los que naturalmente hablan bien de ellos. ¿Sabes, chaval? Cuando el discurso del 18 de octubre -San Arnaldo-, tu padre estaba comprándole comida al perro en Alcobendas; no se me olvidará en la vida.
Como cada día es histórico, todo naufraga entre la rutina de la grandilocuencia, y ya la gente no se acuerda de lo que dijo Otegi, ni si aquello no era perdón, ni era condena, ni era reparación; era, eso: Otegi con cosas.
Ha salido el Gobierno a matizar las campanadas al vuelo porque el Gobierno es un bólido magnífico con un freno de disco que es el PNV y que, si va a 260 kilómetros por hora, Urkullu hace así, y es que se clava ante el paso de cebra. Eso y las encuestas de la intención de voto en las que ayer hizo el aquaplaning.
El Gobierno ha dicho que tendrán que pedir perdón, pero que seguirá negociando con Bildu, esto es que seguirá pactando. La suspicacia de mi Españita proviene de la prisa porque Bildu sea reconocido como partido homologable y pueda acomodarse en el sofá de la gobernabilidad del sanchismo. Si les pedíamos que dejaran de matar y dejaron de matar. Hay gente que defiende que habrá que ponerles un monumento y una coalición.
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