Opinión

¿La ruptura de Pablo e Isa?

Los que ahora se dedican a sembrar la cizaña dentro del PP no tardarán en aplaudir con el fervor de los hooligans

Uno de los grandes interrogantes dentro del PP es conocer en qué situación se encuentra realmente la relación entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. A priori, cabe suponer que no hay muy buen rollo. Es algo bastante evidente, porque las cosas, por regla general, son lo que parecen. Otra cosa diferente es que se pueda reconstruir, aunque ya no vuelvan a ser los buenos amigos que eran desde la época de Nuevas Generaciones. No creo que sea una ruptura irreversible. No hay pegamento más fuerte en política que el interés y si alguien tiene alguna duda que mire hacia el PSOE de Pedro Sánchez y su corte de hagiógrafos. Un enorme número de sus detractores, tanto políticos como mediáticos, se han convertido en sus más fieles palmeros. En cualquier momento se dedican a glosar su figura como si fuera uno de los grandes estadistas de la Historia de la Humanidad. Es bueno recordar que los pelotas no acostumbran a tener ni límites ni vergüenza. Por tanto, Pablo e Isa están condenados a entenderse, porque el divorcio, como sucede en muchas parejas, es tan gravoso que puede ser inasumible.

Los que ahora se dedican a sembrar el caos y la cizaña dentro del PP no tardarán, si ambos rehacen la deteriorada relación, en aplaudir con el fervor de los hooligans. Por cierto, hay que incorporar un aplausómetro a los actos del partido, porque los militantes aplauden a tirios y troyanos con notable intensidad. Todo indica que quieren a Casado, Ayuso, Moreno, Egea, Feijóo…, pero es absurdo determinar si esto se traduce en un ranking que comporte que se prescinda de alguno de ellos. Lo que se puede constatar, acto tras acto, es que todos reciben muchos aplausos. Es bastante evidente que quieren que se entiendan y que se llegue a un armisticio con una paz sin vencedores ni vencidos. Es curioso que se haya llegado a esta situación cuando hace unos pocos meses, el propio Egea, convertido por los ayusistas en el enemigo público número 1, decía que «si fuera afiliado y tuviera que votar daría mi total apoyo a Isabel Díaz Ayuso». Es difícil encontrar una muestra de adhesión más clara y contundente. ¿Qué ha pasado en estos meses?