Rafa Nadal

Carácter imparable

Rafa demuestra que la capacidad de aguantar es lo que nos permite ir más allá. Nadal sabe como nadie que siempre se puede un poco más

Ha quedado más que confirmado que Rafael Nadal fue, es y será nuestro gran campeón y el mayor referente de que si no te rindes, la derrota no existe. El mejor ejemplo para no tirar jamás la toalla y remontar.

En ese fuerte espíritu del compromiso, la entrega, el esfuerzo, la vocación y un carácter con una misión y profesionalidad por encima de dolores, lesiones, obstáculos… creo que ha tenido mucho que ver Toni Nadal, su exentrenador, quien le transmitió una sencilla pero gran clave para la vida: pasión, pasión, y pasión. Ciertamente, sin la confianza en que irá bien, es difícil que ocurra.

Toni escribió el libro «Entrenarse para la vida» y asegura que «vivimos en un mundo en el que la mayoría nos autoengañamos. Nos queremos hacer creer que somos mejores de lo que en realidad somos. La cuestión fundamental es seguir trabajando hasta lograrlo, sin frustraciones ni conformismo».

También es importante que el principal objetivo durante toda la vida de Rafa Nadal no fuera ganar los partidos, sino mejorar. Para Rafa el éxito no es la victoria, sino todo lo que has peleado por ella, todo lo que uno da.

Como afirma Juan Carlos Cubeiro: «quien llega lejos cuenta con un/a coach profesional y con principios eficaces. En el deporte de alta competición es evidente; en muchos negocios que no son realmente empresas, parece que no».

Lo que está claro es que siempre hay que mantener una actitud de autocrítica, nivelando el esfuerzo y la exigencia.

Rafa demuestra que la capacidad de aguantar es lo que nos permite ir más allá. Nadal sabe como nadie que siempre se puede un poco más: «los golpes me han hecho ganar los puntos, el carácter es lo que te hace ganar los partidos. El carácter se construye en la dificultad, en la tormenta. Se construye con hechos, no solo con palabras. Hay que pasar a la acción».

Imparable, e inmejorable.