Pedro Sánchez

Listos, listillos y pelotas

«El liderazgo de Casado estará cuestionado hasta que gane las elecciones»

No hay duda de que el PP atraviesa una de las mayores crisis desde su fundación, aunque creo que otras, como el caso Gürtel, fueron mucho peores. El PSOE actual está plagado de neosanchistas que se cargaron al actual presidente del Gobierno por el expeditivo método de montarle una gestora. En cambio, con el paso del tiempo y sobre todo gracias al benéfico influjo de los aires monclovitas se han convertido en sus más fervorosos palmeros. Nadie podía imaginar que Sánchez conseguiría llegar a La Moncloa y me divierte mucho leer o escuchar a los periodistas que lo ponían a parir. Eran inmisericordes. Estoy convencido que pensará lo mismo que yo, porque no hay nada como el poder para lograr conversiones masivas. Es lo que hacía la Iglesia cuando procedió a evangelizar las tierras paganas más allá de los limes del Imperio Romano de Occidente. Lo más importante era convertir al rey, porque le seguía el pueblo. Casado atraviesa ahora un momento muy complicado y la crisis con Ayuso es difícil, pero lo importante es la unidad del PP. España necesita una oposición sólida que se enfrente al Gobierno socialista comunista y en 2024 tome el relevo para revertir unas políticas desastrosas.

La izquierda política y mediática se frota las manos y Vox cree que es una gran oportunidad para acabar con el PP. Es bueno recordar que ya lo intentó Rivera y fracasó. Por ello, es conveniente tener muy presente lo sucedido con Sánchez. La crisis actual perjudica a los populares, pero nadie sabe cuál será el escenario en unos meses. El Gobierno tiene graves problemas, con un socio preferente roto y en decadencia, y tendrá que afrontar problemas económicos y políticos muy graves. Los que creen que Sánchez lo tiene muy bien, sería inteligente que fueran más prudentes, porque lo mismo pensaron Rajoy y sus mariachis monclovitas durante la crisis del PSOE. Al igual que le sucedió a Sánchez, pero antes a Zapatero, Rajoy o Aznar, el liderazgo de Casado estará cuestionado hasta que gane las elecciones de 2024. España es un país de listos y listillos dispuestos a loar al líder cuando logra la victoria y hacerle la pelota.