Política
Esos confortables cielos
Unidas Podemos resta bastante más de lo que suma a la credibilidad de su gobierno de puertas para afuera e incluso para adentro en este preciso momento
Apunta Pablo Iglesias –notablemente contrariado dicho sea de paso por cómo se manejan su partido y su «sucesora» dentro del gobierno tras su marcha– que el presidente Pedro Sánchez está provocando con sus permanentes «ninguneos» a la formación morada para empujarles a abandonar el Ejecutivo. Sin embargo, con independencia de si son realmente fundados los análisis de situación del líder podemita en la reserva, tras conocerse el giro histórico que ha supuesto aceptar el plan marroquí respecto a futuro del Sáhara occidental, da toda la impresión –y por sus obras los conoceréis– de que Sánchez, caso de pretenderlo en alguno momento, no conseguirá deshacerse del socio con cuota en el Consejo de Ministros, ni contratando a la boyante empresa «Fueraokupas».
Hubo un tiempo en el que con techo electoral de cristal los principales dirigentes de Unidas Podemos se conjuraron para eso que dieron en llamar el «asalto a los cielos», un asalto que tal vez no se haya desarrollado como estaba inicialmente previsto, pero que en todo caso se materializó hace algo más de dos años por obra y gracia de unas matemáticas que obligaron a Sánchez a olvidarse de los temidos insomnios. Pablo Iglesias y lo más granado de su guardia pretoriana entraban en los anhelados cielos del poder, no tanto para cambiar España y el mundo tal como se ha comprobado después de una terrorífica pandemia y ahora bajo los efectos colaterales de una guerra que se libra a tan solo 3.600 kilómetros, sino para constatar que esto de vivir en los cielos, sencillamente, está muy pero que muy bien. Gusta de los cielos tanto pisar suaves moquetas y ocupar amplios despachos como manejar pingües presupuestos que sirven para dar trabajo a legiones de asesores afines, cielos que permiten cuidar a los sindicatos «de clase» para que ellos también le cuiden a uno…o a una, pero cielos que difícilmente garantizan el retorno al edén si se decide tomar la puerta de salida…y esta es la madre del silencioso cordero. Sánchez, con sus presupuestos hoy ya inservibles, con los fondos europeos en ciernes y con unas necesarias políticas económicas de ajuste que impone Europa, lo sabe. Como tampoco se le escapa que, para cualquier otro giro encaminado a agradar a los socios europeos y norteamericano, Unidas Podemos resta bastante más de lo que suma a la credibilidad de su gobierno de puertas para afuera e incluso para adentro en este preciso momento. A Unidas Podemos ya no les llevan el desayuno a la cama…pero qué más les da. Nadie es perfecto.
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