Opinión

Indomable

“Indomable” es el adjetivo con el que han calificado desde una revista francesa a Isabel Díaz Ayuso, además de ser la política más influyente del centrismo español. Yo me alegro y me solidarizo. Indomable me decían también cuando yo era pequeña y también en mi ya lejana adolescencia y, lejos de contrariarme, me producía satisfacción ya que la obediencia siempre me produjo vómitos. También es indomable el valeroso Zelenski, siendo que su contrincante, el siniestro Putin, no lo doblega ni con el poderío que lo adorna, el dinero y el armamento que posee, ni con sus esenciales y sanguinarios aliados, los serbios, de triste recordación en la guerra de los Balcanes donde se cebaron en matanzas a civiles convirtiéndose en la nación más odiada del mundo, la que librará hoy día a Moscú, no sólo de las sanciones económicas sino que le servirá de llave para abrir nuevos frentes en la zona balcánica. Un hermanamiento entre los dos países que potenciará la fuerza de la que ya hace gala y que supone un orgullo para los de Belgrado, que lo dejan traslucir hasta en sus grafitis callejeros. Por cierto, qué adorables las abuelas de Jarkov que, según la inteligencia ucraniana, recibieron con abrazos a los rusos y los mataron con tartas y empanadas envenenadas. Me imagino a las viejucas gallegas de las aldeas del interior de Lugo, amasando empanadas de raxo, con mucha cebolla pochada, pimiento colorado y matarratas a tope ante una invasión, por ejemplo vikinga. “Venir, filliños, a reponer fuerzas”

Mientras tanto el gobierno sigue sin permitir el conocimiento de las nóminas de los interminables asesores al tiempo que piden transparencia al prójimo, es decir, a la oposición. Y ahí tenemos metido al otrora muy querido Martínez Almeida, en un tándem perfecto para el mundo del rojerío, o sea, el formado por él mismo y el engominado y aristocrático Luisito Medina por un quítame allá esas mascarillas, asunto que empieza ya a dilucidarse y del que empiezan a ganar juicios, en un acto muy de Semana Santa en el que los jueces se lavan las manos como Pilatos al no ver pecado alguno en estos dos hombrecillos. Ya veremos si la Villacís no le hace una jugarreta al alcalde motero, teniendo como tiene la presión de los partidos de izquierda y la promesa de colocarla a ella de mandamás de Cibeles. ¡Qué aburrimiento! Paralelamente desde Asuntos Sociales advierten que van a vigilar muy de cerca al nuevo gobierno castellano-leonés para que no se vulnere ningún derecho de las mujeres en aquella región. Yo pediría a los cien mil asesores del “gobierno progresista” que no se les note tanto la caca en el pañal por el aura presidenciable del gallego Feijóo.

Me aburre también sobremanera el asunto de Will Smith. Algunos hasta llegan a preguntarse si está perdida su brillante carrera por la bofetada que le pegó a uno que hizo burla pública –nada menos que en la ceremonia de los premios Oscar-, de un defecto físico de su mujer. Yo haría lo mismo si se meten con mi marido, con mi hija o con la pequeña MO, por poner un ejemplo, y creo que ustedes harían exactamente lo mismo. Muchas estúpidas lo calificaron de “comportamiento machista”, seguramente porque no conocen lo mucho que duele el amor. Pero dejémonos de trascendencias que no llevan a ningún sitio.

CODA. Qué gusto da ver a la Reina en Palma, asistiendo a conciertos, yendo a los mercadillos, que tanto le gustan y realzando con su presencia, y nunca mejor dicho, aquel paraíso donde tan feliz fue en otro tiempo. Para mí que lo sigue siendo, acompañada de su hermana Irini, que son como una piña. No sabemos si hoy, domingo de resurrección, asistirán a la misa tradicional que siempre presidían los Reyes en la catedral. No sabemos si lo harán Felipe y Letizia…