Gobierno de España

Una coalición indestructible

«Sánchez no se toma demasiado en serio ni a las «amazonas» podemitas ni a la vicepresidenta que necesita encontrar su espacio»

Es bueno que nadie se confunda. Los fuegos de artificio pueden llegar a ser deslumbrantes, pero no son más que eso. La realidad es que la coalición entre socialistas y comunistas es indestructible. A Yolanda Díaz le urge conseguir protagonismo. Por ello, ha pedido la convocatoria urgente del pacto de seguimiento con el PSOE por el choque en materia de Defensa. Hay que tener presente que este viernes presentará su plataforma, que cuenta con la fervorosa simpatía de la izquierda mediática, y quiere mostrar su «máxima preocupación» en plan comunista pacifista a la vez que confrontar con Sánchez. La razón de esta solidez entre los socios se sustenta en el interés. Es una ecuación formada por los sueldos, los coches y los despachos oficiales. No es muy complicado conocer el resultado. Ni siquiera el cianoacrilato alcanza esa fuerza como pegamento. El viaje a Estados Unidos en Falcon de «Ninotchka» Montero y sus amigas ha dado lugar a memes realmente divertidos. Uno de ellos aprovechaba el famoso selfie para incluir sus «modestos» sueldos: 119.566,08; 90.557,08; 74.858,16 y 65.613,06 euros. No está nada mal teniendo en cuenta lo que ganaban y su escuálida experiencia profesional.

Es algo que sabe muy bien Sánchez. Por ello, no se toma demasiado en serio ni a las «amazonas» podemitas, aunque manejadas por su líder en la sombra Pablo Iglesias, ni a la vicepresidenta que necesita encontrar su espacio. El apoyo que recibe la confusa amalgama ideológica y organizativa que pretende sustituir a Podemos es realmente sorprendente teniendo en cuenta sus fracasos en las urnas y sus expectativas electorales. No hay ninguna razón objetiva que permita explicarlo. Díaz encaja muy bien la estrategia diseñada por los visitadores de La Moncloa, Miguel Barroso y José Miguel Contreras, para intentar que Sánchez mantenga la presidencia después de las elecciones generales. Esto les permitirá aumentar sus negocios y su influencia. Necesitan un espacio cohesionado a la izquierda del PSOE y a Sánchez le gusta la vicepresidenta. Barroso controla con mano férrea El País y la SER, tal como le aseguró al inquilino de La Moncloa. Al igual que sucede en el Monopoly, la voracidad de Barroso es ilimitada y va adquiriendo nuevas propiedades para Joseph Oughourlian, como ha sucedido, con Indra. Es importante que el jefe de Prisa este contento y su grupo esté entregado a Sánchez.